Proclama Constitucional

Proclama Constitucional

Proclama Constitucional

Los legisladores que aprobaron una Nueva Constitución sin tener facultad legitima para ello, usurpando una funcion que corresponde a la Asamblea Constituyente, por tratarse no de un acto de gobierno, sino de la nación, han decidido proclamarla el dia 10 de diciembre proximo, día en que se conmemora la Declaración Universal de Derechos del Hombre, adoptada y proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1948.

Sus antecedentes se hallan el  la Declaracion de Derechos del Hombre y del Ciudadano, del 1789 de la Revolución Francesa y de Declaración del Pueblo de Virginia, en Norte America, y el Bill of Rigth de Inglaterra (1689) y la Magna Carta de Juan Sintierra.(1215)    

Todos y cada uno de estos documentos y proclamas, así como los más recientes y modernos, han venido creando y fortaleciendo el sentimiento universalista que pugna por el respeto y dignidad del ser humano, más allá de cualquier limitación o pretensión de los poderes fácticos,  como expresion de un derecho natural soberano e invulnerable, no condicionado.

Toda democracia consagra ese principio que no tiene que ser declarado para  ser legítimo y verdadero, por que deviene de su propia esencia: Solo el pueblo es soberano. De él dimanan todos los poderes del Estado que se ejercen de manera directa o por representación.

El tema de la representatividad está íntimamente ligado al concepto de legitimidad. Solo pueden representarme quienes ejercen el poder delegado legitimamente.

No me representa quien lo usurpa. No quien lo denigra con actuaciones desdorosas.  No el que actúa en beneficio de su propio interés, de espalda al interes general colectivo de la  Nación.

Más que  una opinión, la percepcion generalizada es que esta nueva Constitución,  abortada desde sus inicios, significa un retroceso. Que la garantia que un texto constitucional debe a la protección de los derechos fundamentales del individuo y de la comunidad, no está asegurada.

Que el sano equilibrio de los poderes del Estado, se ha debilitado a favor del una mayor concentración del hegemónico poder Ejecutivo.

Que los recursos naturales y ambientalistas han cedido ante las apetencias y las ambiciones sempiternas de sus depredadores.

Que el Estado Laico, de libertad de conciencia y de creencias, ha claudicado por la fuerza y el temor que inspira del poder eclesiastico.

Que el clientelismo y la sumisión han echado por la borda la institucionalidad democártica funcional, el decoro de toda una nación.

Esa pretensa nueva Constitución, anacrónica, viciada desde sus origines  será proclamada fastuosamente el dia 10 de diciembre, de la Declaracion de los Derechos del Hombre. Una burla mas, si se quiere.

No siempre lo legal es lo legítimo, no siempre lo legítimo está enmarcado en el límite de lo legal.



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