Las malas noticias sobre las perspectivas económicas mundiales no cesan. En esta semana el turno fue del Fondo Monetario Internacional donde ponían nuevamente en tela de juicio la posibilidad de la recuperación económica de Europa, en especial los casos de España e Italia; dando como único camino un próximo año 2013 de intensa recesión y alto desempleo.

En su último informe sobre la perspectiva económica mundial, el FMI prevé un pobre desempeño de la economía española para el próximo año 2013, donde según sus estimaciones retrocederá en 1.3%, con una tasa de desempleo que rondará el 25%, una deuda como porcentaje del PIB del 96.93% y una inflación del 2.42%. Posicionando a España en la segunda peor posición del ranking sobre la evolución económica para el próximo año, ocupando la posición 184 de los 185 países del mundo.  

Habrá que esperar cinco años más hasta el 2017, para que España cumpla con los objetivos del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, colocando su déficit por debajo del 3% del PIB, la tasa de desempleo llegue a niveles del 20% y empiece la anhelada creación de empleo con un crecimiento que ronde el 2% del producto.     

A diferencia de reportes anteriores donde el Fondo recomendaba rebaja de salarios a funcionarios o subida de impuestos, en esta ocasión recomendaron eliminar los obstáculos a la hora de la contratación, capacitar a los trabajadores y fomentar la flexibilidad salarial.

De este periodo de crisis, España ha aprendido a base de fuertes golpes que la política de recortes de inversiones y de continuos aumentos de impuestos lastra el crecimiento. Ante el sombrío panorama, pedir un rescate al FMI y BCE parece la única opción.