No están equivocados los que sostienen que el dominicano tiene muy poca, por no decir pésima, memoria, por lo que es muy fácil que olvide de la noche a la mañana reclamos, justos o no, que ha realizado por muchos años.

Desde hace tiempo se ha solicitado por todos los medios el rescate del estadio de La Normal, que se está cayendo a pedazos, a pesar de que es el lugar histórico más importante del béisbol dominicano, dado que ahí se comenzó a jugar profesional.

Nadie le ha hecho caso al pedido, pese a que en muchos casos se han invertido millones en otras obras menos revelantes.

El presidente Danilo Medina que ponga sus oídos en el pueblo, para que sepa que si ordena el rescate de La Normal estaría realizando una gran inversión, quizá de la misma magnitud social que una de sus visitas sorpresa a las comunidades más depauperadas.

Y es que no se concibe ni justifica un deterioro de tal magnitud, en un estadio que en buenas condiciones beneficiaría a miles de niños y jóvenes de muchos sectores marginados, que necesitan con urgencia deportes y recreación.

Ahora que casi se comienza a elaborar el Presupuesto General del Estado para el próximo año, usted debe incluir una partida para la recuperación de ese estadio, cuyo estado físico da lástima y vergüenza a todos los dominicanos.