En el artículo anterior explicábamos en una minuta como el Ministerio Público del Distrito Nacional, encabezado por el doctor Guillermo Moreno empezó a realizar visitas a las comunidades conflictivas y violentas y a promover alternativas a los conflictos surgidos en las mismas.

El Dr. Moreno acercó la Fiscalía del Distrito Nacional a las organizaciones de la sociedad civil de las comunidades y empezó a realizar encuentros masivos para escuchar de esos sectores las problemáticas y sus posibles soluciones. Recordamos que resultado de esas visitas se instaló la primera Fiscalía Barrial en el Ensanche Ozama en el destacamento policial de la zona y el segundo en Villa Francisca en cuyas respectivas oficinas se designó a un abogado-ayudante fiscal.

Dichos fiscales tenían como tarea garantizarles a los ciudadanos un trato digno, ameno y garantizarles a los detenidos el respeto a los derecho humanos, viabilizar las denuncias de extorsión que se le otorgaba a los agentes policiales y conciliar los conflictos menores ocurridos en la comunidad.

Primer encuentro

Dado el éxito para los barrios y comunidades lo que significaba tal experiencia, el Fiscal del Distrito Nacional fue constatado por la Pastoral Social de la Parroquia María Auxiliadora para invitarlo a un encuentro con las organizaciones civiles de la zona norte. Dicha acción fue respondida con satisfacción y rapidez.

El equipo de la Pastoral Social se reunió y ponderó el logro e inmediatamente se agendó y se acordó realizar un encuentro masivo con las organizaciones comunitaria de base de la zona norte, compuesta por uno 28 barrios. Fue realizado un diagnostico rápido de las mismas con el fin de priorizar a las organizaciones que por su trabajo tenían credibilidad y cercanía con la gente. El mismo fue coordinado por el Juez de Corte y de Paz en ese momento, Daniel Nolasco y el fiscal adjunto Modesto  Martínez, hoy jueces de Corte de Apelación del Distrito Nacional.

Las organizaciones en su diversidad de grupos fueron convocados en las instalaciones del Centro Juvenil María Auxiliadora (CEJUMA), en horas de la tarde, se les invitó sin restricciones políticas, religiosas o creencias;  se basó en la pluralidad de representación y una participación democrática.

Organizaciones involucradas

Al encuentro del 1997 asistieron el Colectivo de Organizaciones Populares, Comité de Organizaciones de la Zona Norte, Foro Interbarrial Permanente (FOINPE), Comité para los Derechos Barriales (COPADEBA), Coordinación para el Desarrollo de la Ciénaga (CODECI), Coordinación para el Desarrollo de Los Guandules (CODEGUA), Asociación de Tricicleros del Simón Bolívar, Asociación de Mujeres del Simón Bolívar, Espacio de Coordinación de Guachupita (ECOG), Centro de Estudios Sociales Padre Juan Montalvo, Parroquia La Altagracia, Parroquia San Martin de Porres, Parroquia Santo Domingo Savio, Parroquia Santa Ana, Parroquia San Gabriel, Comunidades Eclesiales de Base (CEB), Juta de Vecinos María Auxiliadora, Junta de Vecinos Loma del Chivo, Frente de Desarrollo Comunitario Villa María, Frente de Desarrollo Comunitario Maria Auxiliadora, Frente de Desarrollo Comunitario La Ciénaga, Frente de Desarrollo Comunitario Gualey, Junta de Vecinos Agua Dulce, Junta de Vecinos Villa María, Junta de Vecinos Federico Bermúdez, Junta de Vecinos Villa Fontana, Junta de Vecinos Mateo y Mateo, Club María Auxiliadora, Cooperativa María Auxiliadora, Instituto de Desarrollo Comunitario (IDC), Indarte, Instituto de Desarrollo Integral (IDDI), Ciudad Alternativa, Consejo de Desarrollo Loma del Chivo, Club Loma del Chivo, Comité de Desarrollo 27 de Febrero, Consejo de Desarrollo María Auxiliadora, las asociaciones de padres, madres y tutores de las escuelas Honduras, Perú, Madre Mazzarello,Instituto Técnico Salesiano (Itesa), Oratorio María Auxiliadora (Oma), Parroquial La Altagracia, Unidas 27 de Febrero, Héctor J. Díaz, María Auxiliadora Loma del Chivo, San Gabriel  u otras y cientos de organizaciones de los barrios Gualey, 24 de Abril, Las Cañitas, Simón Bolívar, Capotillo, La Zurza, Villas Agrícolas, Villas Consuelo, Cristo Rey, La Cuarenta, Ensanche Espaillat, Luperon, Los Pinos, La Fuente, Villa Fontana, Villa María, Mejoramiento Social, El Caliche, Villa Francisca y otros.

Todas esas organizaciones provenían de las diversas fuerzas políticas, creencias religiosas y democráticas. Destacar además, la participación de los Comités de Derechos Humanos quienes expresaron la realidad de los derechos humanos en los barrios que componen la parte alta de la ciudad de Santo Domingo. A ellos, que acompañan a las madres y padres a los destacamentos policiales a solucionar situaciones de violación y de advertencia de respecto a la integridad física de los detenidos.

Como pueden apreciar, la pluralidad y la diversidad en las organizaciones participantes deja claro la unidad fue priorizada, ya que juntos podrían lograr metas a mediano, corto y largo plazo. Intentamos hacer ese ejercicio democrático con otras instancias del Estado pero estas no respondieron a la altura del Ministerio Público. Las iglesias evangélicas, adventistas, testigos de Jehová, de los Santos de los Últimos Días u otras,  fueron muy receptivas a dicha iniciativa.

Hay que destacar la entrega y empoderamiento de la Comunidad Salesiana en María Auxiliadora, dirigida por el P. Juan Linares y el acompañamiento del fallecido párroco Juan José Gregorio, quienes eran los que suscribían la convocatoria de los encuentros. Estos fueron los responsables de la invocación y oración, del local, sonido, sillas, energía eléctrica y de la asesoría permanente de la Pastoral Social quien ejecutaba la dirección general de los encuentros.

Una cualidad a destacar la visión de unidad, trabajo y desarrollo que mostraron las organizaciones, al articularse en coordinaciones para juntos trazar planes de trabajo y unir esfuerzo para lograr las metas que organización se había trazado. Lo que muestra que existe la voluntad de una unidad real a lo interno y sensibilidad de los graves problemas que existen en sus comunidades. Asimismo, lo/as vocero/as de las entidades presentes expresaron sus puntos de vistas con respecto a los presentes y aplausos a las propuestas, varias de la cuales fueron secundadas por el gesto al levantar las manos.