Prensa y democracia

Prensa y democracia

Prensa y democracia

David Alvarez

Una señal de la madurez de la demoracia es la existencia de una prensa libre, diversa y crítica. La naturaleza democrática de un gobierno se mide en gran medida por la tolerancia frente a una prensa que critique su gestión, incluso es más relevante que las críticas de la oposición.

Al iniciarse el siglo XXI se le suma a la prensa tradicional las redes sociales, que trascienden los intereses de los dueños de los medios impresos o digitales, y brinda un despligue de informaciones, críticas y análisis de los hechos.
Unos y otros usualmente no tienen toda la razón y en el caso del internet brinda mucha desinformación y juicios con más pasión que certeza.

En nuestra sociedad padecemos el nefasto fenómeno de las llamadas “bocinas”, es decir, comunicadores pagados por el gobierno o que responden a agendas ocultas de los poderes fácticos y los intereses políticos o financieros. Pero es mejor eso y no el cierre de los espacios informativos.

Por tanto se impone educar a los lectores y consumidores de las redes sociales, para que, si lo desean, superen la maraña de desinformación y vayan escurriendo del lodazal las pepitas de oro de la verdad.

La democracia demanda ciudadanos adultos, no tutelados.

Atacar la prensa siempre es señal de mentalidades autoritarias. Sea aquí, en Suramérica o los Estados Unidos.
Vivir y convivir con la crítica es requisito a la tolerancia y en consecuencia a la vida en libertad. Mal andamos, aquí y acullá, si el enemigo es la prensa.



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