Por Una Mejor Calidad del Gasto Público*

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Por Una Mejor Calidad del Gasto Público*

Uno de los principales problemas que aquejan a cualquier economía es que el gobierno en la mayoría de los casos, en el ejercicio de su gasto, tiende a ser ineficiente e ineficaz. La principal razón de ello radica en que el gobierno no se preocupa por utilizar los recursos de manera eficiente, es decir, el nivel y la composición de gasto que maximice la productividad social marginal por peso gastado.

Por otra parte, otro problema es que el gobierno tradicionalmente interviene en áreas que no le corresponden. Que el gobierno, además de proveer bienes públicos, produzca bienes privados indica que, desde un punto de vista social, no está haciendo una asignación eficiente de recursos, por lo que el nivel de ingreso que la economía produce es menor al potencial.

En cualquier economía el gobierno puede jugar un papel importante para inducir una asignación eficiente de recursos y maximizar el bienestar social.

Existen cinco áreas perfectamente definidas en las cuáles se justifica, desde un punto de vista social, su intervención: a) la elaboración del marco legal; b) la administración y la procuración de justicia; c) la provisión de bienes públicos; d) la corrección de externalidades o efectos externos y; e) las funciones de subsidiariedad para lograr la igualdad de oportunidades.

Debido a que el gobierno extrae recursos de la sociedad para el financiamiento de sus gastos, es necesario que la utilización de estos aporte más al bienestar de la sociedad que si esos recursos hubiesen sido gastados por el sector privado. Por ello, todo gasto gubernamental, corriente y de inversión, debe ser evaluado desde un punto de vista social.

Como se indicó, debido a que el gobierno extrae a la sociedad recursos para financiar su gasto, sea a través de impuestos o de deuda interna y/o externa, es deseable que su contribución al desarrollo económico al utilizar estos recursos sea mayor que si estos fondos los hubiera utilizado el sector privado.

Sin embargo, en la medida que el gasto público se destine al mantenimiento de una burocracia improductiva sin ninguna vinculación a proyectos desarrollo con alta rentabilidad económica y social, la utilización de los recursos tiende a ser ineficiente, es decir, la productividad marginal social por peso gastado es menor a la máxima potencial e inclusive puede darse el caso de que la acumulación de riqueza y la generación de ingreso sea inhibida por la ineficiencia.

En este sentido, la economía dominicana esta transitando por una senda donde la acumulación de riqueza y la generación de ingresos exhiben grandes ineficiencias.

Para muestra un botón, por ejemplo, los gastos corrientes ejecutados por el Gobierno Central durante el mes de abril del presente año 2009, alcanzaron un monto de RD$14,950.0 millones, destacándose, los gastos de consumo, con RD$6,827.2 millones y las transferencias corrientes públicas y privadas  con RD$6,033.8 millones, de los que corresponden RD$2,137.4 millones a subsidios (hogares, transportes, sector eléctrico y energía no Cortable) y RD$749.3 millones a los Ayuntamientos del país.

Por otra parte, los gastos de capital durante el mes de abril fueron por un monto de RD$695.5 millones, de los cuales RD$298.7 millones corresponden a Obras Públicas y  RD$248.5 millones a construcción y reparación de escuelas en educación, y hospitales de la Secretaría de Estado de Salud Pública, entre otros.

De manera, que más del 75% del gasto del gobierno se destina al gasto corriente, básicamente a consumo y subsidios, afectando la inversión de capital que el renglón que incide de manera determinante en la acumulación de capital de una economía.

Es necesario evaluar la eficiencia y la calidad del gobierno al ejercer su gasto y diseñar los medios adecuados para detectar y evitar la ineficiencia en el ejercicio del mismo. La eficacia del gasto público haría que el gobierno tuviera una mayor aportación al desarrollo económico, alcanzara sus objetivos sociales con menor gasto, menor carga fiscal y menor endeudamiento.

Para que la economía dominicana pueda desarrollarse de manera eficiente y crezca de manera continua, es indispensable tener estabilidad macroeconómica; para ello se requiere que los aspectos fiscales fundamentales sean sólidos, incluyendo no sólo el balance fiscal sino el nivel óptimo de gasto y de impuestos.

Finalmente, está el papel del gobierno actuando de manera subsidiaria hacia los grupos menos favorecidos a través del gasto que se denomina como “gasto social” y que incluye educación, salud e infraestructura urbana. En estas áreas, la evaluación del gasto ejercido por el gobierno tiene que centrarse en si el gasto ejercido efectivamente está incrementando el nivel de bienestar presente de los grupos objetivo de los programas y, más aún, si están aumentando las oportunidades de estos individuos para acceder en mejores condiciones de capacitación y salud al mercado laboral, ya que ello determina el bienestar futuro de la población.

* Prof. Antonio Ciriaco Cruz, Ph.D en Economía

Director Ejecutivo del Instituto de Investigaciones Socioeconómicas

Facultad de Ciencias Economicas de la UASD

 



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