Por un liderazgo Nuevo de amor y solidaridad

Por un liderazgo Nuevo de amor y solidaridad

Por un liderazgo Nuevo de amor y solidaridad

La Republica Dominicana se encuentra hoy de cara a un gran abismo, enormemente peligroso.  Imagínese, y es ¡PA’lante que vamos!

La desesperanza ha encontrado entre los dominicanos y dominicanas donde hacer su nido.  Los rostros y la forma de expresarse del pueblo evidencian características propias de un paciente que física y emocionalmente está enfermo. 

Podríamos considerar dentro del diagnostico del pueblo dominicano que, frente a la profunda frustración por a los desaciertos de los gobiernos,  la impotencia  ha provocado un estado crítico en el deterioro de su salud colectiva. 

Desesperanza, frustración, impotencia e incertidumbre son apenas algunos de los sinónimos o términos que podríamos utilizar para pronosticar cuál sería la tendencia a la que se inclina la conducta general del pueblo: lanzarse a las calles en busca de una solución al estilo suramericano, o devorarnos unos con otros en la lucha de sálvese quien pueda. 

Recordemos que las dictaduras impuestas a base de golpe estado militar o el uso de la mano dura militar es un estilo obsoleto y crea rebeldía. Este estilo no debería tener asidero en la mentalidad de los dominicanos y dominicanas de hoy.

El pueblo debe meditar bien antes de decidir su voto, pensar quién o quiénes de los candidatos, antes y ahora, representa el aparato militar deshonesto y degenerado del país, la corrupción, el narcotráfico y la falta de interés en solucionar los problemas que afectan a la mayoría.

La procuraduría general de la republica ha publicado que, desde el 2006 a la fecha, más de 13 mil ciudadanos han sido asesinados o muertos a manos de la policía en supuestos intercambio violentos con ellos, casi dos mil personas por año.

¿Es la policía y el ejército dominicano un centro para la ejecución o una institución para cuidar los bienes del pueblo y la seguridad pública? ¿Quién controla esta institución? ¿Por qué asesinan a nuestros jóvenes en las calles? ¿Cuál es el interés? ¿Tienen estos jóvenes oportunidades?

La solución a la grave situación por la que atraviesa el pueblo dominicano no se mejora aplicando mano dura a las víctimas de un sistema corrupto y que no ofrece oportunidades. 

La violencia, la carencia y deshumanización que vive el país es el comportamiento práctico de un paciente que, frustrado por el constante engaño de los tres partidos del sistema: PLD, PRD y PRSC, manifiesta su impotencia y desesperanza con rebeldía. 

Esto es  el resultado de las enseñanzas dadas por esos que han gobernado y gobiernan en las últimas décadas que, con sus aparatos administrativos, civil, militar, judicial y congresual corruptos, han matado la esperanza de millones de jóvenes y acorralados en un callejón sin salida.

Los dominicanos y dominicanas necesitamos un gobierno que se preocupe por invertir en la gente y en el país.  Invertir en el respeto mutuo, en la educación, en la salud, en la alimentación, en el medio ambiente y en el amor.

De odio, macanas, hambre, discriminación, abandono, exclusión, desempleo y engaño estamos saturados. 

El pueblo necesita un líder o liderazgo colectivo que convoque a todos y todas. Un líder o liderazgo que inspire confianza, tanto para los excelentes como para los peores dominicanos y dominicanas. 

El pueblo dominicano necesita un líder para construir la unidad de todos y todas.  No necesitamos un “líder” apoyado por el lavado, por los que pillan sueldos y corruptos; un líder así traería más odio y muertos a las familias. 

Para salvar la patria hay que atreverse a elegir un nuevo liderazgo, capaz de poner orden, de recuperar los bienes del Estado y del pueblo, con moral para castigar a todos los responsables del desastre y la corrupción; un líder que abra las puertas para brindar una sonrisa sana llena de amor y pueda reflejar un aura de paz. Un líder o liderazgo para que los niños de hoy puedan tener referencia para la reconstrucción de un país nuevo.

Necesitamos un liderazgo que pueda traer un mensaje de convivencia entre todos los dominicanos; que rescate el espíritu de solidaridad del que siempre se caracterizó nuestro pueblo.

Hagamos de la isla de Quisqueya un lugar habitable.

Una Republica Dominicana mejor puede ser posible, todo depende de ti, todo comienza contigo.

20 de mayo un buen día para comenzar de cero. Atrévete, entonces seremos dos.



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