Bloomberg News.-Las autoridades del norte de Europa, que encabezaron las exigencias de austeridad para abordar la crisis de la deuda, han moderado su posición luego de que la receta de recortes presupuestarios no lograra revertir la situación de Grecia.

El primer ministro holandés, Mark Rutte, dijo esta semana que para permanecer en la zona del euro Grecia podría necesitar ayuda adicional al paquete de concesiones que aprobaron los ministros de Hacienda el 27 de noviembre.

Rutte hizo esas declaraciones siete semanas después de que la visita de la canciller alemana Angela Merkel a Atenas iniciara un período de distensión entre norte y sur.

“Sin duda se ha adoptado una actitud más moderada”, dijo ayer Peter Bofinger, un asesor económico de Merkel, en entrevista telefónica. “Han cedido a la realidad. Es obvio que no hay alternativa”.

Los funcionarios “han comprado algo de tiempo para Grecia, tal vez un par de años, pero hay temas que es necesario abordar, y menos presión significa menos avance”, dijo Ken Wattret, economista jefe para la zona del euro de BNP Paribas SA en Londres, en entrevista telefónica.

Uno de esos temas es la deuda griega, que en 2014 casi duplicará la magnitud de la economía. Es un tema que sigue siendo tabú para gobernantes como Merkel y Rutte, así como para su aliado en Finlandia, Jyrki Katainen, a pesar de que se va abriendo paso en la agenda.

“Existe disposición a analizar de forma extraoficial una ayuda para Grecia”, dijo Wattret. “Da la impresión de que el tema está sobre la mesa”.

La directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, ha instado a los gobernantes a reconocer que tendrán que condonar parte de los 240,000 millones de euros (US$312,000 millones) prometidos a Grecia en dos paquetes de ayuda a los efectos de que se estabilicen las finanzas del país.

La economía griega lleva 17 trimestres consecutivos de contracción y seguirá declinando hasta 2014, según la mediana de los pronósticos de analistas que consultó Bloomberg.

En el último intento de mantener intacta la zona del euro, los ministros de Hacienda de la región acordaron el 27 de noviembre reducir las tasas de los préstamos de rescate, suspender los pagos de intereses durante una década y dar a Grecia más tiempo para devolver.

También organizaron una recompra de bonos griegos.