Santo Domingo.-A sus 14 años Miguelito tuvo que enfrentarse a la vida, pues desde muy pequeño cuenta que se dedica a limpiar vidrios en el Gran Santo Domingo.
Relata que a pesar de que vive con sus padres, quienes tienen tres hijos más, se traslada desde Villa Mella hasta la John F. Kennedy para obtener de 200 a 300 pesos diariamente.
Como Miguelito, en las calles del país hay cientos, quizás miles de niños que viven y corren todos los peligros que acechan la vida ante la mirada indiferente de las autoridades.
Visiblemente desconcertado de que alguien se le acerque para no juzgarlo, Carlos de 15 años, nombre también ficticio, explica que tuvo que hacerse cargo de la manutención de él y su abuelo, que ya no puede caminar.
Con su mirada vacía, comentó que aunque quisiera tener otra historia su padre lo abandonó desde muy pequeño y es lo que su condición de pobreza le ha permitido hacer para sobrevivir. Dijo que consigue entre 300 y 500 pesos de 7:00 de la mañana hasta la 1: 00 de la tarde.
Tiene más de dos años dedicado a limpiar cristales, y no estudia por falta del acta de nacimiento. Se fue de la casa de su madre y no sabe dónde vive su papá.
Esta es la realidad que, al igual que estos, tiene que enfrentar una considerable cantidad de adolescentes en la República Dominicana, ante la mirada de un Estado que si bien no es culpable de esa condición, sí le corresponde buscar una solución mediante autoridades correspondientes.
Otro caso es el de Mártires Hierro Domínguez, un joven de 30 años, quien se identifica como El jefe en la intersección de las avenidas Jhon Kennedy con Máximo Gómez, admitió que era de la calle, pero que ya se quitó y está estudiando porque quiere dar un buen ejemplo a sus dos hijas.
Gracias a Dios me quité de la calle. Me estoy reintegrando a la sociedad de una forma positiva, narró.
Quieren organizarse
Dijo que está tratando de hacer un sindicato de limpiavidrios, ya que no existe ninguno en el país. Indicó que en los próximos días se dirigirá al alcalde Roberto Salcedo con el fin de presentarle la propuesta para ver si aprueba la petición.
Consistiría en educar a quienes hacen esta labor, identificándolos con su nombre y el de la avenida que pertenecen. Queremos poner el respeto en la pista, que no se usen vicios y con lo que ellos se ganen ahí, que aporten algo para hacer una caja chica, explicó.
El Estado debe responsabilizarse de jóvenes
El director de la Pastoral Juvenil, padre Luis Rosario, explicó que muchos jóvenes de la República Dominicana viven en condiciones muy críticas por el ambiente en que se desenvuelven y la falta de acogida en la familia.
Explicó que muchos jóvenes buscan mejor vida en las calles no porque sean delincuentes, sino por la condición de pobreza en que viven ellos y su familia.
Dijo que corresponde al Estado ocuparse de esa situación, por el contacto con familiares o supliéndolos directamente.
De no ser así, debe apoyar a las instituciones que sirven de apoyo en la solución de esos problemas, señaló.
