PN, redadas y golpes de Estado

PN, redadas y golpes de Estado

PN, redadas y golpes de Estado

Este jueves 30 estábamos en el teatro Guloya de la Zona Colonial y la PN apresó a uno de los invitados de la Fundación Bosch y La Revuelta que salió del local a comprar algo al colmadito. Unas 150 personas mirábamos tres documentales sobre golpes de estado en América Latina y al final cantautores harían ‘canciones con memoria’ para los visitantes.

Pocos se enteraron, pero apresaron al joven colaborador de la fundación en una de esas redadas que la PN organiza, sólo contra gente humilde de los barrios pobres porque los jefes policiales creen que nada más allí viven los delincuentes. 

Esos asaltos a la paz ciudadana, ofenden y son propios de un estado de guerra. Vienen desde los tiempos de Trujillo y muestran tozudez y ausencia de métodos modernos. Las redadas están desprestigiadas por ser fuentes de corrupción, además.

Mientras la PN detenía al joven de la Fundación Bosch, esa misma noche, pero en Quito, Ecuador, 500 soldados de fuerzas especiales también hicieron una redada. Fue contra unos policías de la capital ecuatoriana que trataron de torcer el orden constitucional al mantener secuestrado a su presidente en un hospital luego de haberle agredido. También hubo intercambio de disparos esa noche del 30 en Quito, con muertos y heridos, esta vez policías.

Ay nuestra PN, llena de sujetos muy pobres, mal pagados, inapropiadamente vestidos, irritables, con evidentes trastornos y escaso repertorio conductual, enseñados a someter a la disciplina a quien la viola y a quien no. Así resulta un famoso ‘coronel pimienta’, igual que tuvimos al malquerido ‘Masámbula’ en los 70’s. Y seguimos con las redadas del trujillado y del balaguerismo.

Así se mantienen vigentes los intercambios de disparos, aquí. Aparece la fórmula de atentar contra el presidente, por allá. Sigue su curso imparable el ‘in crescendo’ de la violencia en estos ‘guachimanes oficiales’, llamados policías: una legión con gris uniforme, cada vez menos útil, menos creíble, menos efectiva, menos digna.

Si algún día alguien se dispone a construir una PN nueva, por favor, primero pidan a Jenny Polanco que done un nuevo diseño del uniforme para los agentes y oficiales; y contraten un cuerpo de profesionales (educadores, psicólogos, sociólogos, antropólogos, etc.) para abrir la más grande escuela de formación policial de Nuestra América.

Formaríamos policías para la sociedad de hoy, con conocimiento de los nuevos hábitos de vida, de los símbolos. Tendríamos una escuela que enseñara cuáles intereses hacen que la gente salga a la calle, el valor del ocio, lo provechoso del buen ambiente, el conocer los códigos de la comunicación, aprender el juego de los derechos en los hogares, la importancia del medio-ambiente y mil vainas más.

Podríamos exportar policías Siglo XXI para convencer a las poblaciones de las ventajas del buen vivir, en justicia, en igualdad y en  solidaridad.    

 

*Cantautor dominicano



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