Perro huevero, aunque...

Perro huevero, aunque…

Perro huevero, aunque…

Hugo López Morrobel

Entender que se es más listo que los demás y que se puede engañar sin ningún tipo de consecuencias, es la creencia de mucha gente que entiende que los demás son estúpidos, e incluso, que están en capacidad de burlar hasta las técnicas de alta tecnología.

Esa debe ser la causa por la que todavía muchos atletas dominicanos, en especial peloteros, continúan en la práctica de consumir esteroides, cuando ya está harto demostrado que los que los consumen son detectados y sufren las graves consecuencias que se derivan de esos actos reñidos con las reglas.

No es por casualidad, precisamente, que por la creencia de que saben más que los demás, que es elevadísimo el por ciento de jugadores dominicanos que cada año caen en esa práctica.

El caso más reciente corresponde al lanzador José Domínguez, quien fue suspendido por 142 partidos, tras determinarse que consumió el esteroide sintético estanozolol.

Lo peor del caso es que Domínguez no lo utilizó por error ni nada por el estilo, dado que en 2009 sufrió su primera penalidad por 50 partidos, por la misma causa.

Perro huevero, aunque le quemen la boca, continúa en sus mismas andanzas.



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