Perelló como antítesis

Perelló como antítesis

Perelló como antítesis

Víctor Bautista

Una sola vez hablé con Rafael Perelló y fue en mi rol de periodista económico que desarrollaba en el memorable matutino El Siglo un trabajo sobre la producción local de café y sus problemas.

Félix Calvo, periodista y economista, me conectó con el empresario y me acompañó a visitarle en sus oficinas. Varios monitores en el entorno de su escritorio, en los que se movía un aluvión de cifras y gráficos, me impresionaron.

A punto de soltar una pregunta ingenua, de un muchacho tercermundista y con las hojas del campo encima, me enteré –a partir de la conversación de mis contertulios- que se trataba de los precios de los commodities en bolsas de valores.

La entrevista fue suficiente para capturar información relevante y no sólo me ayudó a enfocar mi historia con el mayor rigor, sino que pude conocer detalles de un éxito empresarial alcanzado en base a la persistencia, la disciplina, la imaginación, el pensamiento fuera de la caja, así como el trabajo con objetivos y socialmente responsable.

Dejo los elogios personales a quienes le conocieron a fondo y estuvieron cerca para centrarme en decir que con la muerte de Perelló se va una antítesis del modelo de creación de riquezas en forma abreviada, a través de los caminos más cortos y –en algunos casos- en menos que canta un gallo o a la velocidad del relámpago.

La economía evoluciona, la realidad cambia, surgen negocios al amparo de las nuevas tecnologías que, probablemente, aceleren la acumulación de dinero. De todos modos, hacerse rico trabajando honradamente requiere mucho tiempo, a menos que se trate de un premio de lotería o de “un golpe”.

Aquí  cobra cuerpo parte de una élite empresarial compleja –fenómeno digno de estudio- en la que convergen herederos, relevos generacionales, nuevos ricos, políticos magos, que brincaron de la chancleta al oropel armando esquemas de negocios a la sombra de la mayor empresa: el Estado.

Cubrirse con un manto de impunidad desde la política para apelar a la mejor financiación que es la evasión de impuestos es su gran coartada y su estrategia de negocio no va más allá de lucrarse de las finanzas públicas en un gran contubernio que este país debe romper si no quiere sumirse por siempre en el atraso, la pobreza y la inequidad.



Victor Bautista

Máster en Dirección de Comunicación OBS/Universidad de Barcelona. Egresado de la UASD como licenciado en comunicación. Ha sido alto ejecutivo de medios impresos, de TV e internet. Actualmente es socio director de Mediáticos Consultores de Comunicación.

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