Pentágono ordena cuarentena de 21 días a militares ayudan a combatir el ébola

Pentágono ordena cuarentena de 21 días a militares ayudan a combatir el ébola

Pentágono ordena cuarentena de 21 días a militares ayudan a combatir el ébola

WASHINGTON.— En una orden que incluye firmes restricciones para las tropas estadounidenses que regresan de África occidental, el secretario de Defensa Chuck Hagel dijo el miércoles que los militares que ayudan a combatir el ébola deben someterse a una cuarentena de 21 días al regresar, un periodo más largo que el que se exige para muchos trabajadores de salud civiles.

Entretanto, en Maine, una enfermera civil se resistía airadamente a la cuarentena a la que le ordenaron someterse.

Kaci Hickox, que había atendido a pacientes de ébola en África occidental, dijo que planeaba dejar de someterse a la cuarentena que seguía en su casa, lo que la encamina a un posible enfrentamiento el jueves con la policía estatal que vigila sus movimientos y los funcionarios de Maine que se preparan para hacer cumplir legalmente la orden.

El presidente Barack Obama, reunido con trabajadores de salud en la Casa Blanca, reconoció que Estados Unidos no es invulnerable a la enfermedad, pero advirtió que no hay que desalentar a voluntarios civiles imponiéndoles medidas excesivamente restrictivas a su regreso a casa.

“No podemos aislarnos herméticamente”, declaró. Las noticias de la región más golpeada por el brote se antojaban positivas.

La Organización Mundial de la Salud dijo que la tasa de nuevas infecciones de ébola en Liberia parecía disminuir, aunque advirtió que aún falta mucho para controlar la epidemia. Cerca de 5.000 personas han muerto y más de 13.700 se han contagiado en el brote que ha golpeado con más fuerza a Liberia, Guinea y Sierra Leona.

Más de 6.300 de los enfermos se encuentran en Liberia.

Las fuerzas armadas de Estados Unidos tienen cerca de 1.000 soldados en ese país y poco más de 100 en Senegal apoyando los esfuerzos para combatir el virus.

El total podría crecer hasta 3.900 según los planes actuales, aunque no se prevé que ninguno de ellos esté en contacto con pacientes de ébola.

Al anunciar su decisión en Washington, Hagel dijo: “Esta también es una política que se analizó en gran detalle con las comunidades, con las familias de nuestros hombres y mujeres militares, y ellos querían una válvula de seguridad en esto”.

La medida va más allá de las precauciones recomendadas por el gobierno de Obama para los civiles, aunque el mandatario ha dejado claro que siente que la situación de los militares es diferente de la de los civiles.

El presidente se reunió en la Casa Blanca el miércoles con trabajadores de salud que han estado en África occidental o se están preparando para ir allí, en medio de un creciente debate sobre la manera de controlar a las personas que regresan de la región.

“Al igual que nuestros hombres y mujeres militares emplazados en África occidental, no hacen esto por ninguna otra razón que su propio sentido del deber, su sentido de propósito, su sentido de servir una causa más elevada que ellos mismos”, afirmó.

“Y necesitamos llamarlos por lo que son, héroes estadounidenses. Merecen nuestra gratitud, y merecen ser tratados con dignidad y respeto”, agregó.

El tratamiento tras regresar era un tema muy controvertido en Maine. La enfermera Hickox dijo al programa “Today” de la cadena NBC y a “Good Morning America” de ABC que estaba cumpliendo con la cuarentena voluntaria del estado al no tener contacto con otras personas el martes y miércoles, pero desafiaría al estado si la política no había cambiado para el jueves.

Su abogado dijo a The Associated Press que Hickox, quien no ha mostrado ningún síntoma de ébola, no está dispuesta a seguir cooperando a menos que el estado levante “la totalidad o la mayor parte de las restricciones”.

El gobernador dijo el miércoles que está buscando autoridad legal para mantenerla aislada. Por otro lado, en Liberia la OMS dijo que hay camas vacías en algunos centros de tratamiento y el número de entierros ha disminuido.



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