San Diego.-El balance al último juego de República Dominicana en la cuarta versión del Clásico Mundial de Béisbol fue fácil de definir por el dirigente Tony Peña, quien asegura que su equipo desaprovechó varias oportunidades para anotar carreras y al final esa fue la causa de la derrota frente a Estados Unidos 6-3 el pasado sábado.

Peña dijo que les sucedió igual que a un boxeador cuando tiene el contrario en las cuerdas y no lo termina.

La ofensiva dominicana se fue 11-1 con corredores en posición anotadora. Sostuvo que los bateadores con corredores en posición anotadora se veían ansiosos.

“Trataron de buscar el palo largo en esas situaciones en vez de concentrarse en hacer el juego pequeño”, explicó Peña, quien con la cabeza en alto, dijo que esta vez no se pudo hacer, pero hay que darle todo el crédito a los lanzadores de Estados Unidos. “Nosotros no jugamos solos.

Ellos nos hicieron los lanzamientos necesarios que tenían que hacer en cada situación y nosotros no pudimos hacer el ajuste ni tampoco ejecutar”, manifestó el capataz, quien se marchó de este evento con marca de 4-2 y mejoró a 12-2 como dirigente en los últimos dos Clásicos.

Dijo que aún en la derrota está muy orgulloso de cada uno de sus jugadores porque se entregaron en cuerpo y alma para defender los colores de nuestra patria.

Jugaron con gallardía

“El país debe sentirse muy orgulloso de los jugadores quisqueyanos, porque muchos de ellos jugaron con dolor, diciendo que sí y sin salirse de juego.

Fíjense en José Bautista, quien hizo de todo para estar en el último juego, pero tenía la espalda muy adolorida”, explicó Peña.

Sostuvo que desde el principio dijo que el país tenía un gran equipo, pero los demás también estaban bien estructurados, y una muestra son Puerto Rico y los Estados Unidos. “Cuando nos enfrentamos sabíamos el grupo que ellos tenían.

No nos tomaron por sorpresa, porque sabíamos los enemigos que teníamos en frente”. Peña dijo que nunca se le negaría a República Dominicana, razón por lo que si para el 2021 lo llamar para dirigir volvería con mucho gusto.