Santo Domingo.-Pese a que aún no anuncia oficialmente su retiro definitivo del béisbol, el astro dominicano del montículo Pedro Martínez dejó entrever  ayer que no  tirará una bola más  aquí ni en las Grandes Ligas.

“Es difícil que intente volver, ahora soy un hombre nuevo, sin   estrés, sano y, sobre todo, con tiempo para mi familia y amigos”, señaló Martínez

En una visita que giró a la redacción de este diario, Pedro aseguró que se siente  con mucha salud física y mental. Pero sobre todo “con mucha paz y tranquilidad espiritual”,

Martínez reveló que ahora, en esta prolongada pausa del ajetreo del béisbol, “me doy cuenta lo que es ser una personal normal”.

Un hombre normal

¿Qué es una persona normal para Martínez?

“Bueno, significa estar lejos de la rigurosidad de los entrenamientos físicos, el estrés de los viajes, las faenas en el terreno de juego, pero sobre todas las cosas, tener tiempo para compartir con mi familia y amigos, como lo he hecho en todo este tiempo”, respondió el popular lanzador nativo de San Miguel, Manoguayabo.

El una vez mejor lanzador de las Grandes Ligas reveló que esta larga pausa le ha servido para recuperar el terreno perdido, en lo que se refiere a compartir con su esposa Carolina Cruz y a toda su familia en sentido general.

 “Ustedes saben que el béisbol le quita mucho tiempo a uno, porque la temporada dura seis meses y hay que entrenar prácticamente todo el año. Ahora me sobra el tiempo y me siento feliz”, dijo.

 Señaló que ahora, en su tiempo libre  trata de devolver a su comunidad, a través de su fundación y un proyecto con la juventud, parte de lo que Dios le ha dado.

Un movimiento rutinario

Recientemente el Licey despidió a su hermano Ramón (Martínez), quien se desempeñaba como coach de pitcheo, y Pedro considera que ese fue un movimiento rutinario.