Santo Domingo.-Cientos de personas se dieron cita en los distintos cementerios de la Capital y la provincia Santo Domingo desde tempranas horas de la mañana y tarde para rendir tributo a las madres fallecidas.

En el Cementerio Nacional de la Máximo Gómez hubo quienes vivieron momentos de  mucha tristeza ante la creencia de que se  profanaron las tumbas de sus progenitoras, como el caso de Margarita Pérez,  pero sólo se trató del progresivo deterioro de la misma.

Algunos nichos sufren daños cuando desaprensivos se lanzan de una tumba a otra, sin importar el dolor de los deudos.

Manuel Núñez, administrador del camposanto,  definió de aislado el caso, pero no ocultó que en ocasiones los delincuentes rompen algunas tumbas para robar, situación que ha obligado a que  familiares tengan que colocar  hasta tres candados en las tumbas de sus parientes, mientras exigen una mayor vigilancia por parte de las autoridades.