Si hay un factor externo a la economía dominicana capaz de desequilibrar su desenvolvimiento, es el precio de los hidrocarburos en el mercado internacional.

Si sube el precio aumentan los requerimientos de divisas, se encarece la producción nacional, comenzando con la energía eléctrica, derramando sus efectos alcistas sobre todos los renglones de la economía.

El precio del barril del petróleo acorde al Índice West Texas hoy en día excede los US$ 60, como parte de una tendencia alcista que comenzó un par de meses atrás.

Visto estas fluctuaciones y su influencia en la economía dominicana, la pregunta del momento es hacia dónde va el precio del petróleo?

Como no somos magos ni pitonisos, no vamos a tratar de contestar esa incógnita, aunque si como estudioso del comportamiento mundial de los principales productos básicos (commodity) vale un breve resumen de las conclusiones más actualizadas de los analistas, economistas y estudiosos de los más mínimos movimientos del mercado de los hidrocarburos.

Hoy en día las economías globales han recuperado sus ritmos de crecimiento, demandando cada vez más hidrocarburos para alimentar esos crecimientos.

Esto se ha combinado con la alianza de precios entre la Organización de Países Productores de Petróleo y la Unión Soviética quienes decidieron coordinar y mantener estable su producción, logrando alzas en precios como los que hoy estamos viendo.

Si continúan los actuales escenarios geopolíticos que influyen en los países productores, incluyendo a Venezuela e Irán, los expertos más versados ven un precio de US$70/85 el barril West Texas para el 2020, y cercanos a los US$85/100 para 2025.

Recordemos que los hidrocarburos son un recurso abundante pero limitados, mientras que el crecimiento y el apetito para su consumo no tienen límites.

Mantengámonos atentos para no ser sorprendidos nueva vez con alzas imprevistas y sufrir las consecuencias de la improvisación.