Origen, Desarrollo y Perspectiva de la Mediación en República Dominicana (1)

Origen, Desarrollo y Perspectiva de la Mediación en República Dominicana (1)

Origen, Desarrollo y Perspectiva de la Mediación en República Dominicana (1)

Alexis Rafael Peña.

Punto de Partida

En la República Dominicana siempre ha existido una tendencia a la mediación, ya que actores con prestigio institucional y personal han asumido roles de mediadores desde siglos. Por ejemplo nos encontramos con hombres y mujeres de tendencia cristiana y de liderazgo intervienen en los conflictos que se le presenta a su comunidad.

Tenemos como ejemplo a las catequistas de las parroquias donde las madres y padres de sus muchachos acuden para ser escuchados sobre situaciones familiares, de vecindad, convivencia y sobre chismes que circulan en su entorno.

Estos son a primera vista los que dan la cara, los que escuchan a la gente, los más cercanos y en caso de no poder ayudar la situación de estos los remiten al cura, al pastor/a, al comunitario o a la persona que goza de respeto en la comunidad.

Las instituciones civiles del país han posibilitado apertura y han servido como canal para llegar a las autoridades con fines de soluciones conflictos sociales, la mayoría surgidos por la marginalidad y la pobreza en la que vive la gente.

A los finales de la dictadura Trujillista, la Iglesia Católica a través de su Carta Pastoral que emite el 21 de enero, Día de la Altagracia un comunicado en el que plantea su punto de vista sobre la realidad social, política, económica, cristiana y pastoral ha planteado diversas formas de enfrentar los desafíos de la sociedad dominicana y, uno de estos ha sido el flagelo de la violencia social y política que atraviesa la República Dominicana.

Es en ese orden, que la Iglesia Católica a través sus obispos y sacerdotes ha expresado preocupación en torno a la conflictividad que en la cotidianidad de la sociedad ocurren con facilidad. Pero han sido los conflictos políticos y sociales los que más han predominado en las intervenciones de los facilitadores del dialogo de la Iglesia Católica.

Han jugado su rol  de dialogo y de concertación la Conferencia del Episcopado Dominicano (CED) y la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), en las personas Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez y Mons. Agripino Núñez Collado.

Estos desde sus diferentes funciones a lo interno de la Iglesia, desempeñan funciones pastorales y académicas, añadidas las de concertadores, conciliadores, facilitadores y mediadores entre los diversos actores que convergen en los sectores representativos de la sociedad: empresarios, sindicales, gremiales, políticos, gubernamentales, educativos y sociales u otros de incidencia momentánea.

A través del exrector de PUCMM, Agripino Núñez Collado, se han logrado acuerdos importantes para el sector trabajador a través de las centrales sindicales, los empresarios organizados en el entonces Consejo Nacional de Hombre de Empresas (CONEP), el gobierno desde el Ministerio de Estado de Trabajo y otros sectores nacionales e internacionales como OIT; la adecuación del Código de Trabajo  a la nueva visión de la competitividad y desarrollo de una nación. El mismo fue iniciado en marzo de 1985. Solo por resaltar uno de los acuerdos de mayor trascendencia y de apertura a la concertación y al dialogo como herramienta para obtener acuerdos satisfactorios para las partes involucradas.

Dicha iniciativa surge por el llamado realizo la Iglesia a través de la Carta Pastoral del 21 de enero de 1985 en la que dijo que  “el deterioro creciente de la convivencia nacional”, que en esos momentos estaba pasando la nación dominicana. La misma surge a raíz de la movilización  y quemas de gomas, protestas en la que según la prensa nacional, murieron más de cien ciudadanos, cuando en abril de 1984 estando en la presidencia, el Doctor Salvador Jorge Blanco, la gente tras pasar la semana santa se lanza a las calles a protestar por el alto costo de la vida, el desempleo, la corrupción, es decir, los temas que en la actualidad todavía están pendiente por resolverle a los dominicanos. Es así como los obispos preocupados ante la continua crisis abren las puertas y anuncian al país la disponibilidad de ser la institución que modere e impulso un gran pacto social y económico denominado dialogo tripartito.

En el tema II ordinal 8, los obispos reconocen al dialogo “como un elemento de convivencia nacional……convivencia que ha ido crecientemente deteriorándose” tal como explica Mons. Agripino Núñez Collado en su libro Concertación: La Cultura del Dialogo, editora Taller, PUCMM, 1993.

Reconocen los obispos que la convivencia entre lo/as dominicanos ha ido decreciendo, creando con esto disgustos, agresividad, intolerancia; teniendo como resultado conflictos sociales enfrentados y resueltos violentamente, creando incertidumbre y desasosiego entre los sectores que confluyen en la nación.

Bien lo dijo jueves 25 agosto de 2013, el Papa Francisco I, en la Jornada Mundial de la Juventud realizada en Aparecidas, Brasil; a miles de feligreses que “ningún esfuerzo de pacificación será duradero, ni abra armonía y felicidad para una sociedad que ignora, que margina y abandona en la periferia una parte de sí misma” . Más adelante agrega “una sociedad así, simplemente se empobrece a sí misma; más aun, pierde algo que es esencial para ella”.  El Día, 26/07/2013, pág. 28.

Ante la crisis que vivía el pueblo dominicano, tres sectores de importancia decidieron tomar el planteamiento de la Conferencia Episcopal Dominicana para hacer realidad ese llamado y decidieron reunirse en el municipio de Jarabacoa, La Vega, los días 6,7, y 8 de marzo; en cuyos días se conformo una agenda de 14 puntos. Los tres primeros fueron Salario, Seguridad Social y el Nivel de empleo.

Un elemento a resaltar es el que tiene con el tema en el que estamos desarrollando, en quinto lugar estuvo contemplado promover “Mecanismos privados de solución de conflictos de todo tipo. (Juntas de Conciliación, mediación y arbitraje”.

En posteriores encuentros los sectores continuaron profundizando a través de análisis de realidad sobre los puntos antes mencionados y por orden de prioridad abordándolo con madurez y con intenciones de solucionar vía a la concertación estos problemas ante la crisis en que está sumergido el país.

De ese dialogo hay que resaltar que posteriormente se abrió la puerta de la conciliación y mediación para los temas que habían consensuados en los primeros tres días. Podemos resaltar a modo de ejemplo, que de esos encuentros se consensuo el Código de Trabajo Trujillista por el Código de Trabajo Dominicano, la existencia de la Ley y organismo de Seguridad Social y diversas leyes en el ámbito económico, jurídico y de salud que fueron debatidas y aprobadas en esos diálogos de las más importantes “fuerzas vivas del país”, es decir, la sociedad civil.

La pacificación y la implementación de una cultura de paz ha ido ganando terreno en la sociedad, en los sectores que antes eran por su naturaleza “conflictivos” han reconocido que la vía mas adecuada para solucionar los grande problemas de la país es a través de procesos participativos concertados y consensuados en la mesa del dialogo y la mediación.

La Iglesia Católica por lo que hemos podido narrar, ha sido y es la institución de mayor credibilidad y confianza y por tales características los sectores sindicales, patronales, empresariales, políticos y sociales cuando tienen demandas, conflictos y desavenencias solicitan la mediación y la conciliación de la entidad religiosa para buscar consensos dentro del disenso.



Alexis Rafael Peña Céspedes

Periodista, abogado y mediador certificado.

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