Obstáculos para organizar el comercio fronterizo entre República Dominicana y Haití, Proyecto Laredo

Por: Wagner Gomera  Aquino / Juan Del Rosario Santana*

Desde el 2016 el gobierno dominicano a través de la Comisión Mixta Bilateral  ha estado incubando el Proyecto  Laredo y como parte de este proceso autoridades dominicanas y haitianas con el apoyo de la Oficina para Iniciativas Globales de Texas A&M International University (TAMIU) en Laredo, Texas, Estados Unidos de Norteamérica firmaron un acuerdo de intención con el que se persigue crear un marco institucional viable para el comercio fronterizo entre República Dominicana y la República de Haití.

El nombre hace referencia, a la zona de comercio fronterizo Laredo – Nuevo Laredo entre Estados Unidos y México, en cuya región se desarrolla una intensa actividad comercial al menudeo, que llega a superar incluso el volumen de comercio mayorista, lo cual implica la movilización por allí de miles de ciudadanos mexicanos cruzando con sus mercancías de un lado a otro.

El símil es muy interesante ya que por esa zona se desplazaron en el 2009 más de 4 millones de peatones, 4.3 millones de vehículos, 1.2 millones de tráiler, y más de 200 mil contenedores, sobre varios puentes que comunican a ambas comunidades. El volumen de aquel comercio al menudeo ascendió en el 2010 a unos 5,300 millones de dólares, según Corrales, Salvador 2012.

A simple vista intentar replicar la dinámica Laredo, en las relaciones del comercio fronterizo entre República Dominicana y Haití, parecería un sueño, porque como sabemos la frontera entre Estados Unidos y México es conocida por su nivel de complejidad y por tanto una de las fronteras más tensas del mundo,  y sin embargo allí se desarrolla esta importante actividad comercial que hemos descrito.

La realidad es que los contexto son diferentes, aunque también hay similitudes. Lo primero es que las relaciones comerciales entre Estados Unidos y México tienen como respaldo legal el acuerdo de Libre Comercio denominado NAFTA por su siglas en inglés, así mismo tanto Estados Unidos como México cuentan con una aduana organizada y además existe un marco institucional que cobija la actividad.

En la frontera Laredo-Nuevo Laredo, igual que entre Haití y Dominicana, los temas de contrabando y trafico de personas están presentes, parecido a la realidad de nuestra isla; uno de los involucrados (en este caso México) tiene instituciones con serias carencias que

generan controles débiles, que posibilitan la operación de mafias en la que a menudo participan personas del sector oficial. Sin embargo, en el lado de Estados Unidos, el nivel de organización del paso fronterizo garantiza (no sin traumas) que el comercio fluya y se ejerza cierto control migratorio cuestión que no pasa en la frontera dominico-haitiana,  debido a las debilidades institucionales  presentes allí .

El cuadro a continuación presenta una radiografía sintetizada de las diferencias y similitudes entre ambos espacios fronterizos.

camiones, camionetas, animales y a piesmultimodal , camiones,  ferrocarriles.
Tsa de desempleo  en la fronterasupera el 40%

De entrada, la puesta en marcha de la iniciativa Laredo tiene dos tipos de obstáculos fundamentales que vencer:

Voluntad Política: El gobierno dominicano no tiene una política sería para el manejo de la frontera, ni en lo comercial, ni en lo migratorio. A lo largo del tiempo distintos gobiernos han entregado la frontera a grupos civiles y militares como un botín, por lo que la fuerte inversión dedicada a tener una número considerable de efectivos militares, se desmonta con el pago de tarifas y peajes que les enriquecen.

  1. Oposición de sectores económicos importantes del lado haitiano. Grupos económicos haitianos vínculos a la producción y la importación, usando el pretexto real del perjuicio en términos de recaudación arancelarias y la defensa a la producción nacional de ese país, no quieren un entendimiento, por demás ese caos produce beneficio a muchos actores por diferentes medios (agentes aduanales, policías, transportistas, buscones, etc.) , y termina haciendo más competitivos a  los agentes.

En efecto, en una revisión por la prensa local de Haití   encontramos que sectores oficiales y empresariales haitianos entienden que el proyecto Laredo, solo beneficia a la República Dominicana, la cual tiene el único interés de “Intensificar sus exportaciones hacia Haití”[1].

Argumentan que la obsesión que tiene la nación dominicana es nociva a los intereses haitianos y que la promoción del proyecto Laredo por parte de ésta se inscribe dentro de una estrategia desesperada de hacer de Haití un “Gran Centro de Venta de sus productos y servicios”[2] y que la misma cuenta con el apoyo de los Estados Unidos de Norteamérica.

Para ellos Laredo, obedece a inquietudes por la baja de las exportaciones dominicanas hacia Haití las cuales de USDFOB 1, 004 millones en el periodo 2015-2016 pasaron a tan solo USD 832 millones en el 2016-2017, lo cual representa una disminución del 20%.

Estos grupos de interés, incluso han estado reclamando al gobierno de su país el establecimiento de una estrategia clara y de políticas comerciales definidas que contribuyan a la reducción de la asimetría existente en el intercambio comercial binacional bajo el argumento de que es necesario proteger la producción industrial haitiana y evitar ser “Invadidos por productos dominicanos”.

Una mirada detenida a los discursos esgrimidos por esos grupos de interés, que buscan satanizar las relaciones comerciales bilaterales, da cuenta de la coincidencia que tienen estos grupos con actores dominicanos, ambos parecen estar jugando la misma carta, uno en el lado del comercio y los otros en el ámbito migratorio. Aquí caben preguntar, ¿y cuál es su apuesta?

*Profesores de la Escuela de Economía Universidad Autónoma de Santo Domingo.

Investigadores   del Comercio Fronterizo y las relaciones económicas, entre la República Dominicana y Haití.

[1] Periódico Le Nouvelliste. Sección A la Minute, publicado el 22 de Diciembre del ano 2017.

[2][2] Periódico Le Nouvelliste. Sección Echo de L’Eco. Publicado 22 de Diciembre del ano 2017.