Un ministro o alto funcionario del Gobierno, designado por el presidente de la República, siempre promete hacer, en sus primeros discursos o declaraciones públicas, lo que debió hacer el anterior incumbente.

El turno toca al nuevo ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales. ¿Y qué ha dicho que hará? Justamente lo que debió hacer el que dejó el cargo.

O sea, tomar acciones de rescate de las zonas protegidas en los parques nacionales, desalojar a los que ocupan terrenos y realizan cultivos agrícolas allí; reducir la tala de árboles para producir carbón, reforestar la Sierra de Baoruco, impedir la extracción indiscriminada de arena y agregados de las cuencas de los ríos; y un largo etcétera en la materia.

La cartera, con su nuevo incumbente, está en la etapa de las promesas.

De exponer los planes que tiene para diseñar programas de trabajo de rescate en todas las zonas afectadas. Retoma el esquema de pedir apoyo a toda la población y organismos; y, además, se propone documentar el número de personas y agricultores que hacen vida y operan en las áreas protegidas.

En fin, trabajo tendrá el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales. Trabajo que debió hacer el anterior, trabajo que deberá hacer, y cuanto antes mejor, quien ocupa la cartera en este momento. Esperemos que pueda cumplir. Albergamos esa esperanza.