Nos observan, no estamos solos

  Nos observan, no estamos solos

  Nos observan, no estamos solos

La empresa privada, junto a los consumidores, tienen el poder de impactar nuestras calificaciones internacionales.

No estamos solos. Qué bueno que desde hace varios años las empresas dominicanas lo saben, y han ido incorporando elementos para la eficiencia de sus procesos, implementando mejoras en las que el cliente es el centro, adoptando reputados estándares de calidad, pero sobre todo aplicando deliberadamente las tecnologías de la información y comunicación (TIC) con un claro Norte: Ser más competitivos, entregando productos y servicios de mayor valor,  manteniendo la atención sobre las relaciones construidas con los proveedores, los accionistas y el equipo de colaboradores que la conforman.

La República Dominicana figura entre los 138 países analizados desde el ámbito de la tecnología por el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) y el informe anual que emite, denominado “Global Information Technology Report” (GITR), presenta el Índice de Preparación Tecnológica o Networked Information Index.  Este índice se sostiene sobre la base de 3 componentes, a saber: Ambiente de Mercado- político- regulatorio- infraestructura; Preparación de la empresa- individuos- gobierno; y Uso de Tecnología por parte de empresa- individuos- gobierno.

En su más reciente reporte, es el componente de preparación en individuos con el que mejor posicionados estamos en comparación con el promedio, seguido del componente de preparación del gobierno y luego por el ambiente de mercado.  Contrasta, que habiendo logrado las mejores calificaciones en la preparación de individuos, en la calificación correspondiente al nivel de uso por parte de estos, obtiene una puntuación por debajo.  La empresa privada no es, lamentablemente, de las que mejores calificaciones recibió, influyendo notablemente en el ranking país.

Sin embargo, sabemos que son amplios los esfuerzos de la banca privada por mejorar su equipamiento a través de una gran inversión en infraestructura tecnológica para garantizar la seguridad de las transacciones, disminuir las reclamaciones y mantener el flujo de información entre las diferentes localidades. Destaca entre estas inversiones, la introducción de la tecnología USSD, servicios de datos suplementarios no estructurados, a través de la cual, sin necesidad de disponer de una conexión a Internet, el usuario puede con su teléfono móvil, acceder a la información del balance de sus cuentas, pago de préstamos, impuestos y otros.

De igual manera, como actor importante en la generación de divisas, el sector exportador ha empezado a hacer uso intensivo de la tecnología, eficientizando sus operaciones y posibilitando que sea cada vez menos traumático el trámite de autorizaciones, pagos y legalizaciones, pero aún no es suficiente.  Es tiempo de continuar concertando acuerdos locales que impacten globalmente e involucrar a los usuarios para definir juntos un mapa de ruta hacia la satisfacción y anticipación de todas las necesidades a las que es factible abordar desde las TIC, con la consciencia de que ya no estamos solos, y más serio aún: nos observan.

*Gerente del Centro de Estudios e Investigación de Gobierno Electrónico.

Fuentes: Memoria Institucional Banreservas.  World Economic Forum -Global Information Technology Report 2011.



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