La doctora Liliana Jiménez Pérez, gastroenteróloga del Centro de Diagnóstico, Medicina Avanzada y Telemedicina (Cedimat), explica que existen unos 150 millones de personas en todo el mundo que tienen hepatitis C y entre 300 mil y 500 mil mueren cada año por complicaciones hepáticas relacionadas con la misma, en América Latina la prevalencia se sitúa entre 1-2 por ciento, sin embargo se considera que esta enfermedad está infradiagnósticada.
La hepatitis C es una afección crónica que se transmite por contacto directo con sangre y que puede desencadenar cirrosis y cáncer de hígado y en la actualidad no existe ninguna vacuna.
La gravedad varía entre una dolencia leve que dura algunas semanas y una enfermedad grave que dura de por vida y es el principal motivo de trasplante hepático.
Los factores que aumentan la progresión de la enfermedad son: el abuso del alcohol, las drogas, la obesidad, el VIH, la edad avanzada, factores genéticos.
Afortunadamente, un 15-45 por ciento de las personas infectadas eliminan el virus espontáneamente en un plazo de 6 meses, sin necesidad de tratamiento alguno.
La especialista recuerda que la hepatitis C no se transmite a través de la leche materna, los alimentos, el agua, contacto ocasional, por ejemplo abrazos, besos, comidas o bebidas compartidas. La terapia contra la hepatitis C en estos momentos está en continuo desarrollo y se espera que se sigan aprobando nuevas drogas.
