¿No es lo mismo?

¿No es lo mismo?

¿No es lo mismo?

Adversarios y opositores (no es lo mismo) del presidente Medina se desesperan y desquician (no es lo mismo) que ni siquiera el escándalo de Odebrecht y el éxito verde (no es lo mismo) lo “jamaqueen” y mellen su popularidad como ansiaban.

Parecidamente pasa (pero no es igual) con Trump, que ni él mismo tuiteando compulsiva e imprudentemente consigue alienar su base de sustentación política. Una historiadora de la siquiatría, profesora en Harvard, Elizabeth Lunbeck, escribe ayer en Los Ángeles Review of Books, que el narcisismo de Trump ha ayudado más que perjudicado su éxito, pues refleja precisamente emociones y sentimientos de importantes mayorías gringas.

Quizás de manera parecida (pero, ojo, no es lo mismo) Medina con su aparente desentendimiento ante reclamos verdes contra la corrupción e impunidad, refleja una patología nacional que daría vergüenza admitir: esas no son prioridades del pueblo, aunque sí entre cibernéticos y los mejor educados.

Comoquiera, pese a tanta endemoniada complejidad, conviene al país que el presidente Medina asuma y dirija la lucha contra corrupción e impunidad.



José Báez Guerrero

Abogado, periodista y escritor dominicano.

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