No al aborto (III)

No al aborto (III)

No al aborto (III)

Dilenia Cruz

En muchos países donde el aborto está permitido en sus diferentes modalidades, uno de los argumentos es el control de la población.

En los Estados Unidos, país que he tomado como referencia en estos escritos, hay estadísticas de más de 60 millones de abortos en un periodo de 43 años; en la República Dominicana, a pesar de estar penado, se cree que son realizados más de 100 mil abortos anualmente en la clandestinidad.

Para quienes no creen en el aborto, concebirlo como un método de control de la población, este resulta ser un crimen de lesa humanidad.

Psicológicamente el aborto tiene efectos secundarios que pueden ser permanentes, de acuerdo con David Reardon, del American Journal for Drug and Alcohol Abuse de los Estados Unidos, quien asegura “las mujeres que terminaron su primer embarazo por el aborto tienen cinco veces más probabilidades de reportar el abuso subsiguiente de sustancias que las mujeres que llevaron el embarazo a término y cuatro veces más probabilidades de reportar abuso de sustancias en comparación con aquellos cuyo primer embarazo terminó naturalmente”.

Todas estas informaciones estadísticas están disponibles en países donde el aborto es legal y se hacen levantamientos de informaciones relacionadas.

En la República Dominicana es imposible lograrlo por el secretismo que rodea lo que hasta hoy es un delito. Sin embargo, estas informaciones nos dan luces de situaciones que pasan y no comprendemos y nos llevan mas allá para suponer a lo que nos enfrentaremos una vez legalizado el aborto.



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