La República Dominicana está dentro de un reducido grupo de países que no permite ningún tipo de aborto. Dentro de las razones de salud utilizadas como argumento para la legalización están si la madre está en riesgo y deformaciones comprobadas en el feto, entre otras.

En los Estados Unidos, donde está permitido desde 1973 y por consecuencia hay estadísticas amplias de múltiples variables, hoy quiero extraer básicamente el número de efectos secundarios físicos conocidos.

Las estadísticas dicen que entre 0.05 y el 10 por ciento de las mujeres que se someten a un aborto han confrontado daños colaterales como consecuencia del procedimiento que según los especialistas médicos es uno de los mas seguros.

Al momento de optar por un aborto, las mujeres confían no estar dentro de ese margen de daños, sin embargo, alguna tiene que ser la afectada con problemas como hemorragias que requieren transfusiones, perforación del útero, arritmia cardiaca, infecciones que requieren hospitalización, convulsiones, laceraciones cervicales, ruptura uterina y cirugía mayor involuntaria, entre otras que pueden llevar a la esterilidad y la muerte de la mujer.

Estudios realizados en distintos estados americanos, como Minnesota, Cincinnati y Washington, muestran que el aborto es un grave problema de salud. Solo estoy refiriendo la experiencia de los Estados Unidos como país desarrollado porque podríamos también ver otras realidades como la de Finlandia e Inglaterra.

Que podría pasar en nuestra precaria República Dominicana? No estoy totalmente opuesta al 100 por ciento de los aborto. Creo que si la mujer está en riesgo de perder la vida junto con la criatura hay que analizar la situación.