Nicolás Maduro descarta ser revocado

Venezuela's President Nicolas Maduro speaks during a press conference at the Miraflores presidential palace in Caracas, Venezuela, Tuesday, May 17, 2016. Maduro accused the United States of sabotage plans against Venezuela, saying they aim to create a scenario of violence to justify a foreign military intervention to remove him from power. (AP Photo/Ariana Cubillos)

CARACAS, Venezuela. – El presidente venezolano, Nicolás Maduro, estimó inviable el referendo revocatorio que promueve en su contra la oposición, que por su parte se apresta a rechazarle en el Parlamento, en el que es mayoría, un decreto de estado de excepción que otorga amplios poderes al gobierno.

En una rueda de prensa en Caracas, Maduro dijo que sus adversarios pretendieron cometer «fraude» con las firmas que entregaron al Poder Electoral como requisito para que se active la consulta.

«Ninguna de las opciones que ha anunciado la derecha para acabar con la revolución y para derrocarme o revocarme tiene viabilidad política e histórica, y ninguna va a tener éxito», advirtió.

El mandatario socialista suscribió así denuncias de líderes del oficialismo sobre inconsistencias en las rúbricas que, según ellos, hacen imposible que el presidente sea revocado. Maduro juzgó que los opositores quieren hacer estallar la violencia para tapar ese «desastre», y reiteró que «por cada firma falsificada, demanda garantizada».

Venezuela atraviesa por una crisis económica y social, que se traduce en una aguda escasez de alimentos básicos y medicinas.

Además, sufre altas tasas de criminalidad (63,5 homicidios por cada 100.000 habitantes en 2015) y recientemente ha enfrentado prolongados apagones. Según una reciente encuesta de la firma Datanálisis, 70% de los venezolanos apoya un cambio de gobierno.

Rechazo garantizado

Mientras tanto, la oposición debatía en el Parlamento -donde es mayoría- un decreto de estado de excepción con el que el Maduro se otorga amplísimos poderes para enfrentar la crisis económica y contener la ofensiva para sacarlo del poder.

Maduro dio por descontado que la Asamblea rechazará el decreto y sostuvo que el actual Parlamento «perdió vigencia política (y) es cuestión de tiempo para que desaparezca».

Poco antes de comenzar el debate, el líder opositor Henrique Capriles llamó a desconocer el decreto, y sostuvo que llegó la hora de que los militares decidan si «están con la Constitución o con Maduro».

Capriles también reiteró la convocatoria a una manifestación este miércoles para pedir que se acelere el referendo revocatorio contra Maduro.

«Hay planes para convertir esas marchas en Caracas en eventos insurreccionales y violentos. Las autoridades están obligadas a garantizar la paz, ellos no pueden imponer la violencia», advirtió el presidente.

La Asamblea tratará el decreto, como ordena la ley, y su esperado rechazo dejará la última palabra al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), al que la oposición acusa de ser un apéndice del gobierno.

Pese a la vigencia del estado de excepción, en las calles de Caracas no se notaba una presencia inusual de militares o policías, aunque sí las cotidianas colas para comprar los pocos productos básicos que llegan a los supermercados. Como es habitual desde hace meses, en las redes sociales seguían circulando reportes sobre incidentes en esas filas y conatos de saqueos.