Hoy conmemoramos el bicentenario del natalicio de Francisco del Rosario Sánchez; y el país le rinde altos honores al patriota, independentista y mártir de El Cercado.
Comandante de Armas, militar responsable, primero con el grado de coronel, y más tarde general de División.
El día de proclamación de la Independencia Nacional, el 27 de febrero de 1844, el patricio tenía veintisiete años. Pocos hombres son llamados por el grito de la patria a tan temprana edad.
La grandeza histórica de Sánchez no la cortó la decisión de un tribunal que, sin autoridad legal o militar, lo condenó a muerte junto a otros compañeros.
Los hechos están ahí: Santana consumó la anexión a España y Sánchez eligió el enfrentamiento frontal y se alzó en armas en el sur del país, respondiendo a los mejores intereses de la patria. En el nefasto juicio asumió con dignidad y valor la responsabilidad de los hechos y pidió clemencia para sus subalternos.
Gloria eterna debemos rendirle los dominicanos al valor de Sánchez, a la dignidad, sacrificio, solidaridad y lealtad, por su entrega al servicio de la libertad; y a los que con él cayeron en El Cercado: Benigno del Castillo, Gabino Simonó, Domingo Piñeyro, Félix Mota, Francisco Martínez, Juan Erazo, José Figueroa, Manuel Baldemora, Rudecindo de león, Juan Gregorio Rincón, José de Jesús. Paredes, Julián Morris, Pedro Zorrilla, Luciano Solís, José Corporán, Epifanio Jiménez, Segundo Alcántara, Juan de la Cruz, Juan Dragón, León García y Pascual Montero.
Murió fusilado el 4 de julio de 1861 y nació como un gigante en ese momento, y para la Historia. Hoy es patricio Francisco del Rosario Sánchez.
“Decid a los dominicanos que muero con la patria y por la patria”, con estas palabras a su confesor se despidió el patricio Sánchez.
