Muy aburrido

Muy aburrido

Muy aburrido

Soy de los que cree que el juego democrático necesita oposición política firme y cuanto más calidad tenga, resulta mejor, porque permite a los ciudadanos hacer contraste, elevar su criticidad y presionar por decisiones oficiales favorables al bienestar colectivo.

No hay mayor veeduría que una oposición bien orientada, eficiente y estratégicamente planificada, basada en la fuerza del dato, en la evidencia irrefutable, conceptuosa, luminosa, respetable y creíble.

La oposición estructurada imprime dinamismo, creatividad y motiva el trabajo persistente en el Gobierno, esmero en los detalles y cuidado en los procesos. Esto cobra mayor énfasis si el partido gobernante corre para mantenerse en el poder.

En cierta forma, la buena oposición ayuda a que quienes gobiernan lo hagan mejor, midiendo bien sus pasos ante unos ojos escrutadores que no dejan pasar una pifia sin convertirla en un escenario para ganar preferencias en el electorado.

Los dominicanos no tenemos la suerte de contar con una oposición organizada. Nos acompañan conatos de una oposición que, por un lado, luce dispersa, cansada, desgastada, sin imaginación, repetitiva y anclada en una agenda que no concita emoción, no crea sueños ni despierta adhesiones.

Por otro lado, hay un fragmento de la oposición cooptado, favorecido por el status quo, en nómina, con contratos y favores para sus iniciativas privadas que limitan sus palabras, condicionan la expresión de su pensamiento y la condenan a actuar bajo el esquema de “más de lo mismo”.

No ha habido una aniquilación de la oposición de parte del oficialismo. Ella misma se aniquiló, sucumbió ante lo irresistible de estar más tiempo de lo previsto fuera del poder y las ansias materiales que la llevaron a ser anodina.

En fin, asistimos a una peligrosa descomposición política que instaura la verdad absoluta, la visión tubular y la aceptación total.

En ese contexto, a la élite gobernante sólo le queda ejercer la autocrítica, mirar hacia adentro de sí misma y convertirse en su propia oposición, porque aquí no tenemos. Viviremos un período electoral muy aburrido.



Victor Bautista

Máster en Dirección de Comunicación OBS/Universidad de Barcelona. Egresado de la UASD como licenciado en comunicación. Ha sido alto ejecutivo de medios impresos, de TV e internet. Actualmente es socio director de Mediáticos Consultores de Comunicación.

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