Ramón Santana, San Pedro.-Se va a cumplir una semana desde que el huracán María trastornó su diario vivir. Sin embargo, los residentes en este municipio no se terminan de recuperar de las inundaciones provocadas por el fenómeno.

Para muchos pareciera increíble, pero la crecida del río Soco en esta comunidad, producto de las lluvias, llegó a alcanzar la altura de un edificio de tres niveles.

Como si fuera poco, el acuífero se extendió hasta dos kilómetros de donde se encuentra su cauce en situaciones normales, arrasando con todo lo que encontró a su paso.

Casos lamentables

Esa corriente acabó con las pertenencias de Felicia Rijo y Pigín Mieses, una pareja de envejecientes que tiene su larga vida residiendo en estos predios.

Tanto a Rijo como a Mieses solo les quedaron las cuatro paredes de block de su vivienda, ya que hasta el techo se fue con el temporal.

Kirsys Morla, igual que cientos de comunitarios, lo perdió todo.

“Después de estas cuatro paredes lo único que tenemos es la vida, porque nos fuimos a un refugio”, expresó Rijo, mientras miraba con tristeza a su alrededor.

En ese entorno solo podía ver lodo y uno que otro electrodoméstico de los que un día adornaban su vivienda.
Las pérdidas de ambos no fue solo de artículos del hogar, la crecida del río también se llevó consigo 18 cerdos y más de 70 gallinas que formaban parte de su patrimonio familiar.

A pocos metros de lo que fue esta residencia, Kirsys Morla cocinaba al mediodía de ayer en el patio de su casa porque no tenía otro lugar.

Morla es madre de seis hijos y pese a vivir en una casa suntuosa para la generalidad de las que hay en esta zona, la misma fue desvastada con todos sus ajuares.

Colchones por un lado, televisores en el piso y enlodados, ropa arrastrada y una lavadora tirada en el patio era parte del panorama que matizaba su residencia.

Situación generalizada

Pero estos no son dos casos aislados. Al llegar a esta empobrecida comunidad da la impresión de que han pasado largos momentos de calamidad.

Según las estadísticas de la Alcaldía, más de 300 viviendas fueron afectadas por el huracán María.

Esta situación ha dejado alrededor de 700 personas damnificadas.

Escuela de Paso al Medio sumida en el lodo tras inundaciones.

El fenómeno golpeó con furia esta comunidad, ya que encontró los suelos saturados tras las lluvias provocadas por “Irma”, afirman sus residentes.

“Es una situación verdaderamente caótica la que estamos atravesando”, refirió Braulio Rivera, alcalde de este municipio que se encuentra a unos 17 kilómetros de San Pedro.

Sin agua y sin luz

El sistema energético y el servicio de agua potable sufrieron daños considerables, lo que ha dejado a toda una demarcación a oscuras y a cientos de residentes sin el preciado líquido.

“Estamos pasando un momento difícil”, manifestó Ramón Payano.

Otros servicios, como la docencia en la comunidad de Paso al Medio, así como en el propio centro de Ramón Santana, se encuentra suspendida debido a las inundaciones provocadas.

En el caso de Paso al Medio, su pequeño plantel se encuentra sumergido en el lodo y el mobiliario visiblemente afectado por las lluvias.

Las autoridades locales prevén que para que todo vuelva a la normalidad tendrán que transcurrir varios meses, debido a la magnitud de los daños.

Entrevista

Braulio Rivera, alcalde municipal

¿Cuál es el panorama en Ramón Santana?

Realmente es una situación desesperante y aun tenemos varias comunidades que están incomunicadas.

¿Tiene alguna propuesta para hacer frente a nuevas inundaciones?

Consideramos que el Gobierno central debe disponer la construcción de un proyecto habitacional en la parte alta del municipio para evitar estas situaciones.

1,000 raciones diarias de comida cocinada están sirviendo los Comedores Económicos para asistir a los damnificados en este municipio.

350 botellones de agua potable suplió ayer la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (Caasd).

700 damnificados estima la Alcaldía de esta localidad que dejaron las inundaciones del huracán María.