Santiago.- El pueblo de Santiago se  volcó a las calles para darle el último adiós al ex lanzador José Lima, quien falleció el domingo pasado en Los Ángeles, California.

Cientos de personas de todas las edades formaron parte de un cortejo fúnebre atípico que recorrió desde el centro de la ciudad   hasta Las Charcas, comunidad suburbana al sur de la provincia, que normalmente es  un recorrido relativamente corto,  se extendió ayer a   cuatro horas y 35 minutos.

 La larga caravana para conducir a Lima  a su ultima morada, a quien previamente el sábado se le realizó  un acto de despedida multudinario  en el estadio Cibao, salió a las 11 de la mañana desde la funeraria Blandino, provocando un tapón  en el centro de la ciudad  y otro  en el puente hermanos patiño.

El cádaver de Lima fue llevado a la iglesia San Isidro, de Las Charcas,  donde el padre Pedro Pablo ofició   la misa de cuerpo presente en un salón para 200 personas, que quedó pequeño para la multitud. “Siempre será Lima Time”,  “Lima siempre te recordaré”, “Lima tú no has muerto, vive en mi corazón”, entre otras frases fueron colocadas en vehículos y  cartelones en las paredes y cruzacalles.

El ex jugador se  fue con la bendición del sacerdote, pero fue necesario exponer el féretro para que la comunidad lo viera,  mientras varias personas caían en trance por la pena.

 Llevarlo al cementerio, donde sería sepultado, a 500 metros de la  iglesia, fue  difícil.

 Luego el ataúd tuvo dificultad para entrar en la bóveda y hubo que achicarlo, hasta que finalmente a las 3:35, con la canción “Cuando un amigo se va”, que dejó mudas las gargantas, dejando salir sólo gritos y sollozos, el ex pelotero José Lima cerró el capítulo de su estadía terrenal.