Santo Domingo.-Un exraso de la Fuerza Aérea de la República Dominicana fue señalado por la Policía como el responsable del disparo que le quitó la vida a Delci Miguelina Yaport Concepción, cuando intentó alcanzar a dos delincuentes que habían sustraído una cartera en el sector Evaristo Morales la mañana de ayer.

El vocero de la Policía, general Nelson Rosario, indicó que Franklin Padilla Núñez al ser apresado admitió que disparó con la pistola marca Glock, número KAR336, que portaba de manera ilegal, a dos individuos que se desplazaban en una motocicleta luego de asaltar una mujer, pero jamás se imaginó que iba a alcanzar a la hoy occisa.

En la escena fue recolectado un casquillo calibre 40, el cual al ser analizado por técnicos de la sección de balística forense del Laboratorio de Criminalística de la Policía se determinó que coincide en sus características individuales con el proyectil extraído al cadáver de Yaport Concepción, tras realizarle la autopsia correspondiente.

El director Central de Investigaciones Criminales, Ney Aldrin Bautista, explicó que los investigadores pudieron identificar a Padilla Núñez tras analizar las cámaras de vigilancia de la zona, que pudieron captar el momento cuando este disparó a los delincuentes.

El oficial policial informó que los investigadores continúan trabajando para identificar y apresar a los autores del robo de la cartera, para lo cual analizan evidencias y entrevistan a personas que pudieran suministrar algunas informaciones sobre el hecho.

Lamentable pérdida

Delci Miguelina Yaport Concepción, quien recibió el disparo mortal mientras transportaba niños hacía el colegio, organizaba las actividades con motivo del Triduo Pascual en la parroquia El Buen Pastor, a la que pertenecía desde hace más de 15 años.

En las últimas semanas Yaport Concepción trabajaba en la organización de la actividad denominada ¡Quédate con Jesús! a celebrarse con motivo de la Semana Santa en dicha parroquia.

Muestras de dolor y un profundo pesar eran evidentes en los rostros de los miembros de su congregación religiosa, quienes al escuchar la trágica noticia corrieron hasta el lugar donde resultó mortalmente herida Yaport, justamente a pocos metros de la parroquia en la que su esposo es diácono y ella se desempeñaba como encargada de actividades.

Un panorama aun más desgarrador se presentó en el colegio Serafín de Asís en horas de la mañana, donde padres, estudiantes y maestros lloraban la trágica muerte de Delci, quienes la describieron como una mujer ejemplar.

Tía Delci, como era llamada cariñosamente por sus pequeños pasajeros, abordaba su minibús a primeras horas de la mañana para iniciar su recorrido hasta el colegio ubicado en el sector El Millón de esta capital.

“Que el Señor tenga piedad de este pueblo. Cómo es posible que le pase eso a una mujer trabajadora. Qué falta nos va hacer Delci en la congregación”, lamentó Dulce Silvestre, miembro de la parroquia El Buen Pastor.

Yaport Concepción recibió un balazo en el pecho cuando transitaba por la calle Francisco Prats Ramírez en dirección oeste-este con destino hacia la avenida Winston Churchill, momentos en que transportaba a dos menores de edad.

La mujer, quien tenía más de 10 años ofreciendo el servicio, transportaba unos 20 estudiantes hacia dicho centro y luego hacia sus hogares cuando eran despachados.

Residentes atemorizados por la delincuencia

Los altos niveles de delincuencia mantienen alarmados a los residentes en el sector Evaristo Morales, quienes pidieron una mayor vigilancia por parte de la Policía.

Dijeron que la situación se ha vuelto caótica, por la gran cantidad de actos delincuenciales que se producen a cualquier hora del día y de la noche.

“Por aquí es recurrente que personas a bordo de motocicletas asalten a quien puedan.

El problema de la delincuencia se les salió de las manos a las autoridades hace mucho tiempo”, dijo un residente quien pidió reserva de su nombre.
Señalaron que la circunstancia en que resultó muerta una mujer que servía como chofer de transporte escolar es uno de los tantos hechos que ocurren en el sector por la falta de vigilancia policial.