La importancia de Haití

 Aunque haya quienes no lo quieran entender así, conocer a Haití es tan importante para los dominicanos como conocer a nuestra República Dominicana. Me refiero a conocer su historia, su cultura, su geografía y sus características sociales.

No entenderlo así es imperdonable ceguera.

Porque, en primer lugar, nada en el mundo podrá cambiar el hecho de que ambos países viviremos, por el resto de la eternidad, compartiendo la misma roca en el medio del mar, sin otro sitio hacia dónde movernos. Entonces, lo lógico es que vivamos en armonía el uno con el otro.

En segundo lugar, la Historia Patria de Haití y la Historia Patria de República  Dominicana son los mismos hechos y sucesos, contados, a veces, de una manera diferente, pero al fin y al cabo, los mismos hechos.

Así las cosas, lo más lógico parece ser que hagamos todo lo posible, a ambos lados de esa línea imaginaria que llamamos “frontera”, por vivir como buenos vecinos, como seres humanos unidos por un interés común: el progreso y el bienestar de todos, en cualquier lado que nos encontremos.

Lamentablemente, persisten muchos prejuicios heredados de épocas pasadas en que los tiros y el machete no dejaban espacio al diálogo, las negociaciones ni la razón. Eso hay que superarlo. Y la iniciativa, si no parte de ambas orillas a la vez, debe salir de la parte más civilizada e inteligente.

¿Cuál será esa?