Mensaje para los hombres

Mensaje para los hombres

Mensaje para  los hombres

Este editorial lo ha escrito un hombre y está dirigido a los hombres. Solemos mirar a la distancia cada vez que una mujer es asesinada por su condición de mujer, creyendo que por ser hombres estamos ajenos al dolor que provocan tragedias de ese tipo.

Los que creen eso incurren en un grave error.

Somos hijos de mujeres, padres de mujeres, hermanos de mujeres, primos de mujeres, somos amigos de mujeres y resulta que desde hace años hombres están matando mujeres.

Avergüenza y entristece que cada vez que se produce un feminicidio, el homicidio de una mujer por su condición de mujer, salgan quienes se pregunten qué habrá hecho ella.

Su desgracia fue haber nacido en una sociedad donde todavía ser mujer constituye un peligro.

Para el hombre, el divorcio, tener una relación con otra mujer o simplemente entender que se le acabó el amor por la que fuera su pareja no implica peligro de perder la vida.

Vista esa diferencia, no debe resultar difícil concluir dónde radica el problema.

La erradicación de la violencia de género no es una tarea solo de mujeres o de las autoridades.

Cada hombre tiene la obligación de arrancar de su mente y su conducta toda acción que denigre a la mujer, viéndola como un objeto, una propiedad o con derechos restringidos.

Más de ochenta mujeres asesinadas en once meses obliga a una revisión profunda de nuestros patrones sociales y a un cambio radical de nuestro comportamiento.

Como hombres, quizás nos desagrade que nos lo digan tan crudamente, pero son los verdugos en este problema que le cuesta la vida a decenas de mujeres.



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