Varios hechos aislados presentan una instantánea de los problemas recurrentes del país. Hace poco se produjo un accidente en la carretera Mella, en la provincia Santo Domingo, donde milagrosamente los pasajeros de un autobús del transporte público salvaron la vida.
En San Francisco de Macorís se incendió una planta envasadora de gas. Afortunadamente no hubo muertes en el siniestro, pero tampoco se dispone de una información cierta de las causas que produjeron el incendio.
O si el negocio contaba con los permisos y dispositivos de seguridad para responder a situaciones de emergencia.
Pero llaman poderosamente la atención las imágenes de un video que presentan a un policía que, de manera desafiante, saca su arma de reglamento y dispara a personas que graban el momento en que hacía una detención en “cumplimiento de su responsabilidad”.
Una escalofriante escena que jamás se pensó que podría ocurrir.
El último hecho se nos presenta en fotos. Corresponden a la protesta con quema de neumáticos de los residentes de Villa Laura, en la provincia Santo Domingo Norte.
Una respuesta violenta, que incluyó la obstaculización de la vía pública ante los prolongados apagones de más de 72 horas. Todo eso ocurre en un país que transita el primer cuarto del siglo veintiuno.
Son hechos que muestran los problemas que todavía arrastramos del pasado siglo. ¿Cuándo tendremos la certeza de que avanzamos, de manera firme, hacia un país con mejores condiciones?
