Me gustó lo que percibí de Ken Atkinson en su presentación como titular del equipo nacional de baloncesto.
Señalé que Atkinson había llegado “aplatanado” al país y por sus criterios parecía que era una buena contratación.

Dijo que como era un grupo que no tendría una buena estatura prepararía un conjunto listo para correr en la cancha, algo que parecía lógico.

Eso hace pensar que desde ya sabía que Al Horford y Karl Towns no estarían en la escuadra local.

Independientemente de los resultados numéricos de los tres primeros juegos, es evidente -y lamentable- que imperó el juego desorganizado, de pocos sistemas, aunque ayer mostró mejoría ante un Panamá que lució muy bajo nivel (83-66).

Justo es reconocer que esta vez República Dominicana salió con el personal de menos dominio de los renglones básicos, sin liderazgo, y con un Francisco García que confirma porqué está fuera de la NBA, con apenas 23 puntos en tres topes.

Sólo un notable salto cualitativo a partir de hoy y un Atkinson que ya deje atrás las pruebas de jugadores me haría pensar que no me fui con el amague.