No, nos gustan las definiciones, pero nos atrevemos a decir que marginalidad es la situación en que viven ciertos grupos sociales del campo o de la ciudad que no participan de los bienes y consumo y de los mecanismos que la sociedad posee para la toma de decisiones sobre sus problemas.

Hoy se puede hablar de la conciencia que ciertos grupos han tomado de la necesidad de trabajar para la promoción, desarrollo y acompañamiento de estos sectores llamados marginados, haciendo gran esfuerzos para integrarles en la sociedad.

Pero la gran pregunta que nos hacemos es, ¿a qué tipo de sociedad lo vamos a integrar? A esta sociedad creada por los poderosos, a esta podredumbre de sociedad. A esta sociedad podrida. Creo que no vale la pena y sería mejor dejarlos en su mundo y en su estructura social.

Para nosotros es claro que esta sociedad actual debe ser cambiada profundamente por estar basada en principios materialistas injustos que no responden a las necesidades reales del mundo de hoy.

¿Es a esta Sociedad donde se quiere integrar a los llamados marginados? Si es así es mejor dejarles donde están, pues allí por lo menos hay algo de solidaridad y se vive como personas.

Se promueve también otro supuesto equivocado al pensar que con la integración de los llamados marginados  en la sociedad podría producir un cambio rápido de estructura; planteamiento este que no tiene en cuenta el rechazo práctico de los que tienen el poder político, económico y social que no permitirán que los marginados participen en el quehacer de la sociedad o de su sociedad.

Una sociedad como la nuestra basada en el lucro, los intereses y el egoísmo individualista no está en condiciones para recibir a los marginados. Lo sabemos y conocemos muy bien que el pueblo, la gente, los marginados son objeto y no sujeto de liberación y cambio.

Aún con todas las organizaciones presentes en el mundo de los marginados, muchas de ellas lo que han hecho es oprimir y lucrarse de los pobres. Muchas de ellas lo que son es instrumento al servicio de la sociedad de consumo.

Crear movimientos o centros dedicados a la promoción de los marginados, manejados por personas de buena voluntad o por profesionales  que no comparten el deseo de un cambio total de estructura lo que lleva es a crear una nueva forma de paternalismo.

Lo que se trata es de educar para crear una nueva sociedad.

*El autor es sacerdote salesiano.