Mal momento de la Justicia

Mal momento de la Justicia

Mal momento de la Justicia

Desde siempre han existido cuestionamientos severos contra el sistema judicial del país.

Su accionar se ha caracterizado por la desconfianza que genera este poder del Estado, muchas veces justificada por los desaciertos en algunas sentencias ajenas a las expectativas colectivas.

Los casos de corrupción y de crímenes con connotaciones preocupantes han llamado la atención de la ciudadanía, que ha fortalecido sus críticas contra jueces y las autoridades del sistema jurídico.

La desaparición de Pedro Alejandro Castillo Paniagua, de una forma hasta espectacular, forma parte de los casos que enlodan todo el movimiento de la Justicia, con la obligatoriedad de investigar a varios jueces envueltos en su libertad domiciliaria y traslado de una cárcel a otra.

La poca sostenibilidad de los expedientes en los tribunales se atribuye al poco interés de las autoridades en procurar sanciones dentro de lo establecido por la ley.

Exclusiones de supuestos implicados y manejos poco adecuados en las acusaciones son algunas de las fallas que adolece todo el Poder Judicial.

Ciertamente que la Justicia atraviesa por un mal momento, que profundiza aún más el descrédito de que se acusa a este poder.

El crimen cometido contra el abogado Yuniol Ramírez pone nuevamente sobre el tapete el accionar de las autoridades. Muchos cuestionamientos prevalecen contra el expediente que sustenta la acusación a los presuntos implicados.

De ahí ha venido la baja calificación que acumula el Poder Judicial. Un “ranking” del Foro Económico Mundial ha puesto al desnudo el nivel de su independencia.

Según esta investigación, República Dominicana aparece entre los países con menor independencia judicial.

Si bien la Justicia dominicana no colapsará, como ha sido el juicio del presidente de la Suprema Corte de Justicia, debe ser sometida a una profilaxis y reflexión permanentes.



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