Los reformistas sin “ángel”

Los reformistas sin “ángel”

Los reformistas sin “ángel”

Desde la muerte del expresidente Joaquín Balaguer el Partido Reformista Social Cristiano no ha tenido un momento de paz. Las pasiones por los liderazgos y el “figureo” han entorpecido cualquier sosiego para que en esa organización haya una verdadera convivencia.

¿Culpable Balaguer?

Sus enemigos podrían responsabilizarlo de la permanente división que viven los reformistas, bajo el alegato de que no permitió que ninguno de sus seguidores más cercanos cruzara la línea para ser señalado como su posible reemplazo, aunque sea de pantalla.

La desconfianza y la rivalidad han caracterizado las actuaciones de los tantos grupos que se han desprendido del PRSC, unos del lado de los beneficios del Gobierno y otros buscando convertirse en opción de poder. Divididos, sin embargo, solo profundizan las heridas de siempre.

Lo mismo en el PRD

Los perredeístas han tenido que sufrir la ausencia de su líder José Francisco Peña Gómez. Tan pronto se produjo su muerte, todos se creyeron dueños de un liderazgo y vino el desprendimiento del Partido Revolucionario Moderno.

La misma división de siempre en el espectro político, lo que evidencia un vacío en el sistema de partidos por falta de los “caudillos”, quienes concitan respeto, admiración y autoridad.

Se dice que la ley de partidos podría fortalecer la democracia interna de los partidos, ¿y la militancia, continuará marginada?



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