Los pecados de Miguel

 Los pecados de Miguel

 Los pecados de Miguel

La tradición Judeo-Cristiana nos habla de San Miguel, figura mística, uno de los siete arcángeles  y lo presenta como el gran soldado espada en mano, venciendo al demonio y su perversidad, es el jefe de los ejércitos celestiales, encargado de controlar a Lucifer en ese ambiente, aunque el parangón puede punzar y aparentar  irreverente, no pretende serlo.

Miguel Vargas de espíritu opaco y poco verbo, pero muy sagaz, fue captado como prospecto para entrar al roster político por el Cacique Hatuey, que aunque con pocos indios, para esa época, era el Gran Capitán y bajo la sombra del todopoderoso Peña Gómez, comandaba el séptimo cielo perredeista.  El entonces inofensivo y apacible Miguel fue enrolado en las alturas y luego al área financiera del partido, allí empezó a lucir gracioso, pues como dicen en el barrio, al dueño de la billetera se le celebran las muecas. Así creció, penetró y llegó hasta el centro del poder dirigencial partidario y del Estado.

Siempre bregando con el menudo y los enteros, desde hace más de treinta años, Director de la Corporación de Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD), la última posición en el gobierno,  fue con el Presidente Mejía, Súper Ministro en Obras Públicas 2000-2004. Ante la debacle reeleccionista del Guapo de Gurabo, el PRD quedó en malas condiciones,  nadie se sentía  moralmente sin pecado de aquella derrota.  En el proceso aparece un Chapulín salvador, que con la categoría de Arcángel, espada en mano, corrió y corrió, nadie le disputó esos poderes, todos terminaron arrodillados ante sus encantos.

Como en una estrategia de ajedrez,  sus adversarios internos lo dejaron resistir solo, nadie apostaba un chele en la política perredeista,  los herederos naturales se agacharon para no obstaculizar. Tomó la candidatura presidencial 2008 derrotando 80 a 20, cuando la crónica conocía de antemano los resultados finales del juego,  fue un gladiador.  Apuntó a la presidencia del partido y es elegido a unanimidad.

Los resultados de las elecciones del 2008 están ahí, el PRD aumentó significativamente su votación, se sacudió de la resaca derrotista y comenzó  la guerra loca por el poder.  Era cuestión de tiempo, el beato empezó a causar extrañeza, su proyecto; el nuevo PRD, despertaba ojeriza, pues en ese partido, los muchachos de cuarenta años son niños y los jóvenes de 60, pinos nuevos.

¿Qué es eso de nuevo PRD? ¿Quién es él para intentar remozarnos? La Biblia refiere que el leopardo no puede cambiar sus manchas.

La salud y sobriedad de ese partido llevó a la borrachera a la vieja guardia y mediante pacto de sangre juraron derrumbar  a San Miguel, volverlo a ex, quitarle su potentado y control del cuarto cielo e igualarlo a Lucifer, convertido en  Satanás,  muerto el perro se acaba la rabia.  Miguel entra en ruta del paraíso al infierno.

El plan era viejo que cure al PRD, sin que se vuelva médico famoso, entonces le quitamos de las manos un cuerpo vigoroso y luego lo acusaremos de querer envenenarle. En las elecciones del 2010 para diputados, alcaldes y senadores, el trabajo fue agresivo, el todopoderoso Miguel se la jugó imponiendo candidatos y el Hipolitismo tumbándolos, en ese fratricidio murieron electoralmente, todos los candidatos a senadores y muchísimos más, en otros niveles.

Aún así, la votación blanca se disparó y alcanzó el primer lugar en las boletas, inexplicable pero deliberadamente, el éxito no se reflejaba en la representación nacional. Esta  fue la antesala del asalto a la candidatura presidencial 2012, donde se planteó consensualmente, darle a Miguel cristiana sepultura,  éste al verse acorralado respondió dándole al grupo contrario una sola dosis del mismo químico que estos le habían hecho beber dos.

Rabioso y con más ímpetu los viejos robles e hijos, han hecho de esto su tema de posicionamiento,  acusan a Miguel de una traición que era de ellos, pero que nunca se pregonó. Qué cosa esta, cada vez se repite la historia, como a la antigua, dos PRD, dos convocantes, lo viejo contra lo nuevo y ángeles caídos.

Alguien me dijo; el PRD es como una mula grande muy fuerte, pero al ser un engendro de  caballo ciclópeo con burra,  es estéril  y el poder hay que sentirlo, mimarlo y concebirlo, algo que para este partido es un absurdo. Como el  Paraná en la presa de Itaipú, seguirá siendo víctima de su propia grandeza o corre el riesgo  de la higuera inútil de la parábola, ser picada y como bío-masa alimentar energías ajenas. Mientras pocos se frotan las manos, de un lado y de otro, como siempre la mayoría sufre, la democracia pierde y yo estoy triste.



Etiquetas