Los corruptos del verano eterno

Los corruptos del verano eterno

Los corruptos del verano eterno

Si la República Dominicana hubiera sido administrada por hombres serios, honestos, inteligentes y justos, hoy fuéramos uno de los pueblos más ricos, estables y felices de la tierra.

Pero lamentablemente ha sido todo lo contrario, empresarios y políticos corruptos han saqueado este país de manera descarada y ruín, sin compasión ni piedad, en ocasiones con la complicidad, indiferencia y/o facilidades otorgadas por los gobernantes de turno.

Un gobernante puede ser honrado, pero si es débil y permite que los empresarios y sus colaboradores se roben el dinero y las propiedades del pueblo sin hacer lo posible por impedirlo, podría ser cuestionado negativamente y colocado en el futuro en un paredón moral por su propio pueblo.

Esos corruptos, por su insaciable y despiadada voracidad, yo los bauticé como los PASILARGOS, que son las personas que tienen los pasos más largos de lo normal y por tanto aventajan por mucho a los demás corruptos.

Y que nadie se lave las manos como Pilatos, porque esos corruptos, que descaradamente se presentan por radio y televisión pregonando que son serios y honorables, son iguales que los demás y usan como trampolín los partidos políticos y a los incautos para pasar de pobres a ricos y de ricos a millonarios.

Dominicano, una sola palabra es la culpable de nuestra desgracia, hambre y miseria, y tiene un nombre, se llama CORRUPCIÓN.

Si consultas el diccionario comprobarás que empieza diciendo: “Putrefacción: La corrupción de la carne es muy rápida en verano.

Pues bien, en este país, ciertos religiosos, empresarios y políticos cuando se les presenta una oportunidad se corrompen con tanta velocidad como un relámpago que se desprende en la oscuridad desde el mismo centro del infierno una noche de tormenta.

Pero si los corruptos tienen la culpa, también los hombres y mujeres que a cambio de unos cuantos pesos venden su conciencia y su voto. Eso también es corrupción.
Desde que tengo uso de razón, todos los políticos acusan a doña Corrupción de ser la responsable de todas las cosas negativas que padecemos, y prometen combatirlas desde que lleguen al poder de manera firme y definitiva con la finalidad de proporcionarnos mayores oportunidades de trabajo y prosperidad.

Y esa es mi indignación con ellos, con los hipócritas y corruptos del verano eterno y con los que a cambio de dinero se dejan utilizar ocasionándoles un daño inconmensurable a su propio país.

Yo tengo un político preferido de la revolución francesa, Maximiliano Robespierre, el incorruptible. Aquí hacen falta hombres como él, que hagan temblar a los corruptos que se alimentan y se nutren con la sangre de la República Dominicana.

Hombres inteligentes, valientes, firmes e incorruptibles a los que todos teman, respeten y admiren, porque hasta ahora, con la excepción del profesor Juan Bosch, todos los demás han permitido o no han combatido la corrupción con la seriedad y la responsabilidad que prometieron desde la oposición.

Dominicano, con toda fe muerta, que no muera tu fe, porque algún día, algún día, esto tiene que cambiar.



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