Para la clase media y alta vivir en un condominio implica recibir unos ingresos que responda a los gastos y a las expectativas de comodidades, sobre todo lo que implica cubrir gastos en mantenimiento en el residencial en el que reside.

Vivir en residenciales tiene sus bemoles, ya que las cuotas de mantenimientos varían según la ubicación, condiciones y comodidades que poseen estos lugares de hogares humanos. Las quejas llueven en ese tema, porque las cuotas son para siempre, en vez de bajarlas, su tendencia tiende a subir.

Es ese tenor que se presentan dificultades, condóminos se han acercado a comentarme que para ellos y ellas es una presión cubrir ese gasto. Por otro lado también comentan que son favorables por la seguridad, limpieza, mantenimiento y belleza.

Pero eso no quita que existan personas muy morosas y a la vez no conocen herramientas adecuadas para dialogar y mucho menos para pacificar sus conflictos de manera pacífica y ordenada con el otro u otra.

Para lograr ese convivencia no se requiere una capacitación en mediación, conciliación, arbitraje, negociación, no; lo que se requiere es ponerse en el zapato de usted y de los otros y otras, para comprender lo que cuesta mantener su propiedad con valor económico y a la vez seguro.

A propósito de ese tema, he conversado con relacionados sobre sus cuotas de mantenimiento en el lugar en donde viven, he quedado sorprendido la cantidad de dinero que hay que destinar ese tenor. Según estos las tarifas oscilan entre RD$1,000, 2,500, 3,500, 4,000, 5,000, 19,000, 30,000, 40,000, 50,000, 60,000, ….

Son esas cantidades las que provocan retrasos, para los que coordinan honoríficamente los condominios, es que esas personas no están educadas para vivir en esos lugares y mucho menos tienen relaciones humanas para abordar esas situaciones de manera adecuada.

Esas altas cuotas provocan irritación a las personas cumplidoras al notar que su vecino o vecina disfruta de los mismos beneficios, pero que no hace el esfuerzo para ponerse al día e inventa excusas inexplicables para huir a sus compromisos.

Condóminos narran que para ellos ha sido beneficioso encargar a una empresa para que se ocupe de todo lo que implica mantenimiento, seguridad y belleza. Esa empresa implica un gasto adicional a los mencionados.

Otro punto a tomar en cuenta en la vida de los residenciales y condominios es la que versa sobre los gastos en electricidad, basura, vigilante, parqueos extras. Además los gastos de las personas de limpieza, seguridad, jardinería, plomería u otros.

Vivir en esos lugares significa planificarse en los ingresos y egresos. Significa estar abierto a las vicisitudes de los mismos y a la vez preparados y preparadas para coordinar acciones en pos de promover una convivencia armoniosa y tolerante.

Implica además, ser comprensivo de las diferentes situaciones vivenciales que ocurrirán en esos lugares y para colmo aprender a controlar la ira para poder vivir una vida sin violencia y sí con conflictos. Diferencias que bien abordadas podrían ocasionar cambios significativos en las personas que le rodean.

A modo de conclusión, haz amistades y no provoque actos de violencia. De no actuar de la forma correcta, tendrías que auxiliarte de un profesional del Derecho para que acude a los tribunales a enfrentar un conflicto que pudiste solucionar por vías pacíficas y sin ningún gasto.