Como es de su conocimiento como lector de esta columna, a la fecha, el partido de gobierno (PLD), no se ha puesto de acuerdo en torno al anteproyecto de ley que cursa en el Congreso Nacional en relación a la regularización de los partidos políticos.

Existen dos posiciones encontradas entre Leonel Fernández y Danilo Medina: cerradas o abiertas. A la fecha, están en proceso de designación de 5 profesionales de derecho expertos en derecho constitucional.

En esta última entrega, relato desde mi punto de vista como el PRM ha ido manejando sus diferencias y como ha ido a pesar de sus controversias construyendo consensos, entre sus liderazgos.

Este surgió de una profunda crisis y contracciones surgidas entre diversos liderazgos dentro del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), presidido por Miguel Vargas Maldonado.

Los principales conflictos fueron ocasionados entre el expresidente de la República, Hipólito Mejía Domínguez y el presidente del PRD, en el cual ocurrieron hechos muy lamentables para el sistema de partido del país. Dentro de los hechos a resaltar están: tomaron el local, incurrieron de manera violenta a una asamblea de dirigentes nacionales y todas fueron expuestas a la población a través de los medios de comunicación social.

Tras varios meses en esas disputas, Mejía y Luis Abinader y sus sequitos, decidieron abandonar las filas de PRD e irse a otra organización política llamada Alianza Social Dominicana (ASD), cuyo presidente fue José Rafael Abinader, padre de Luis y exfuncionario del PRD.

Las cabezas de estos grupos decidieron transformar ASD en lo que hoy conocemos como Partido Revolucionado Moderno, cuyas modificaciones fueron aceptadas por la Junta Central Electoral para que participara con ese nombre en las pasadas elecciones, en la que fueron aliados a los partidos Reformista Social Cristiano PRSC), Partido Humanista Dominicano (PHD, Frente Amplio y Dominicanos por el Cambio (DXC), de Eduardo Estrella y movimientos externos en apoyo a la candidatura presidencial.

En los procesos convencionales y electorales ese partido cuenta con tres grupos liderados por Luis Abinader, Hipólito Mejía y Geanilda Vásquez. Donde cada uno de ellos aspira ser elegidos candidatos presidenciales en las elecciones del 2020.

En las pasadas del 2016, se enfrentaron Luis y Mejía en donde el segundo reconoció rápidamente que el primero había ganado para la denominación de esas elecciones. En la actualidad estos tres grupos se consolidan cada uno por su lado, buscando adeptos para ser inscritos en su padrón.

No conozco en detalles los estatutos del PRM, pero seguro que los mismo no contemplan mecanismos pacíficos de resolución de conflictos a lo interno y solo tiene entre los mismos comités disciplinarios con su objetivo es sancionar no consensual sus confrontaciones y conflictos.

En Conflictos y Mediaciones aspiramos que cada partido político cuente entre sus estatutos y normas con los métodos alternos de resolución de conflictos (Marc), ya que los mismos les permitirían convivir dentro de la diversidad y diferencias de las personas miembros.

Conclusión. Somos de opinión que los dos organismos públicos que de una forma u otra dirimen los conflictos políticos de los partidos, como son la Junta Central Electoral y el Tribunal Superior Electoral; deberían impulsar a lo interno de estas organizaciones que los mismos crean instancias de resolución de conflictos como serian Centros de Mediación Política previo a apoderarlos a estos de sus conflictos. Ya que mediando podrían fortalecer sus liderazgos de manera democrática y participativa.