Los cocuyos, insectos asociados erróneamente a muertos

Los cocuyos, insectos asociados erróneamente a muertos

Los cocuyos, insectos asociados erróneamente a muertos

La mayoría de cocuyos son típicos de zonas cálidas de America. Se alimentan de raíces, madera en descomposición y hojas.

Santo Domingo.-Desde los tiempos más remotos los cocuyos son percibidos de forma errónea como “anunciadores de muertos y fantasmas”, tal vez por las luces que encienden encima de su zona torácica, las cuales resaltan en la oscuridad.

“Cuando asomaban en algún lugar en horas de la noche y mientras más incandescente su luz, supuestamente más reciente era el muerto”, comenta en forma jocosa el biólogo Brígido Hierro García, técnico del Departamento de Recursos Genéticos de la Dirección de Biodiversidad.

Esa versión, la confirma el encargado de Taxonomía y Exploraciones del Jardín Botánico, Brígido Peguero, quien asegura que particularmente en la región Este del país dicen que son muertos que no pudieron entrar al “Reino de los Cielos”, pero tampoco están en el “purgatorio” y se quedaron “en pena” rondando por ahí.

De igual manera, relacionan a las luciérnagas, más pequeñas, o “nimitas” o “animas”. “Se dice que quien mata un insecto de estos estaría varios años fuera de la gracia de Dios”, afirma Peguero y agrega que esa teoría beneficia a la conservación de las especies.

Real luz

Sin embargo, Brígido Hierro explica que estos insectos ,del orden de los coleópteros, que significa que tienen alas duras o protectoras, l abundan a nivel mundial bajo el nombre científico Pyrophorus, su iluminación obedece a la proteína luciferina que activan para atraer a las hembras y aparearse en periodos de reproducción.

La generalidad de la especie, familia de las Elateridae, se caracteriza por ser alargada, color pardo o negro y con dos manchas amarillentas-verdosas a los lados del tórax, según Hierro. Aunque emiten una luz azulada bastante viva durante las noches, se asimilan a las denominadas nimitas.

Esta última se diferencia en que solo tiene una luz y pertenece a la familia Lampíride, que iluminan en la parte terminal del abdomen.

Las larvas de los cocuyos son muy alargadas, llevan el nombre de «gusanos de alambre», viven bajo tierra o en la madera en descomposición, algunas durante seis años.

Endémicos de RD

Aquí predomina el Ignelater dominicanensis, endémico o exclusivo del país. Empero, se han registrado unos 14 géneros y 37 especies de estos insectos, los cuales prefieren las faldas de las lomas y lugares húmedos y enclavados en la zona tropical. Sus huevos también son luminiscentes.

intertropicales y subtropicales.

Se alimentan sobre todo de raíces en los cultivos, flores y hojas. Los aborígenes rellenaban calabazas con cocuyos para proporcionarse iluminación, añadió Hierro.



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