Los análisis por ‘arribita’

Hugo López Morrobel

Siempre he sostenido que el fanático es “ciego, sordo y mudo” cuando se trata de analizar objetivamente una situación en cualquier área de la vida.

Principalmente en política, deporte y religión, el mundo ha visto el descalabro de muchas sociedades que después de años no han podido recuperarse de los resultados que deja ser tan obstinado por una causa justa o no.

Los vaticinios siempre van a existir, pero sin duda muchos analistas se dejan influenciar por su militancia, lo que los descarta al momento de proyectar la actuación de un atleta individual o de un conjunto.

Cuando inició el “Round Robin”, muchos de esos “especialistas” inmediatamente descartan las posibilidades del Licey para llegar a las finales.

Esta, como decía el poeta de Pedernales, es una “pelotica” y con el sistema de escoger peloteros de los dos descartados, los equipos cambian su estructura de forma radical.

Entonces, bajo esa premisa nadie tiene una bola de cristal para realizar un análisis objetivo.

Aunque Licey llegó dando pena, como la famosa vaca, en esta etapa del torneo puede ponerse en capacidad de suministrar toda la “leche” que no produjo en la serie regular.