Personas que intentan usar el radicalismo para camuflar sus incapacidades le están haciendo daño a una oposición que intenta articularse para tener un buen desempeño en las elecciones de 2020.
La oposición real empieza a alejarse de ese tipo de personas, muchas de las cuales nunca se les ha conocido brillantez política o analítica.
La moda de ahora es hacerse el gracioso u ocultar fracasos propios atribuyéndole su destino a “presiones del Gobierno”