Santo Domingo.-“Sé lo que es levantarse por la mañana y tener que ir a ordeñar, sembrar guandules y plantar arroz; vivir en pobreza, comer pan de batata y yaniqueque vacío”.

La reflexión es de Thelma Eusebio, directora de la Unidad de Electrificación Rural y Suburbana (UERS), a quien su origen campesino le ha permitido conectar con la labor que desempeña a favor de las comunidades más apartadas, llevándoles “luz” y con ese servicio el progreso.

Eusebio creció en la comunidad El Alto de la China, de San Pedro de Macorís, en el seno de una familia pobre. Su madre era un ama de casa que no sabía leer ni escribir, que hacía pan de batata y conconete para pagarle los estudios.

“También habría “sanes” y yo le llevaba la cuenta diariamente para que pudiera organizarse”, añade la dama con mucho orgullo sobre su origen.

Desde su campo, cercano a San José de Los Llanos, Thelma pasó a vivir en Villa Duarte, en la casa de un tío. De ahí se mudó a Los Mina y comenzó a estudiar en la escuela Fray Cipriano de Utrera, mientras se desenvolvía como “picher” (cobradora) del autobús del colegio Luis Muñoz Rivera y haciendo las tareas de las jóvenes de ese centro.

Su suerte cambió cuando un buen día se montó en el vehículo la psicóloga del colegio, Virginia Leny, quien al reconocerla como la “joven de las tareas” le gestionó una beca en ese plantel, con la que se hizo Secretaria Ejecutiva, terminó el bachillerato y luego entró a la universidad APEC, donde cursó la carrera de Administración de Empresas.
“Yo vengo de abajo, siempre he tenido un roce con las personas que no tienen nada.

Por eso me gusta mi trabajo”, dijo la que más tarde se convirtió en constructora de edificios comerciales y miembro del Comité Político del Partido de la Liberación Dominicana.

Thelma, la constructora

Thelma entró al mundo de la construcción porque se casó con Diandino Peña, hoy director de la Oficina para el Reordenamiento del Transporte (Opret), “un ingeniero muy sagaz y muy trabajador” del cual aprendió ese oficio.
“Un día que estábamos construyendo un edificio y le pregunto- Diandi, cómo se hace un pórtico-, y él me respondió -tú quieres aprender en un día lo que a mí me costó siete años en la universidad”, relató.

Así aprendió a edificar facilidades comerciales y algunos residenciales junto a Diandino, desde que levantaron el edificio Diandi Uno, y se divorció cuando llegaron al Diandi 18.

Thelma Eusebio entró al PLD cuando estaba en proceso de divorcio de Diandino. Ella era muy amiga de Leonel Fernández a quien le construyó su primera oficina política.

“A cada quien le llega su momento”

Thelma Eusebio dice ser una abanderada del Partido de la Liberación Dominicana, que cree en su organización y en los compañeros con el compromiso de seguir llevando las políticas publicas que encabeza el presidente Danilo Medina.

Enfatizó que cree en la amistad sincera, en que los políticos deben ser leales y que el momento de cada quien le llega. “Este es el momento de Danilo y le voy a acompañar como lo hice con Leonel en 1996”, dijo.

Eusebio llegó al PLD por casualidad, en los años 90, por su amistad con Leonel Fernández, quien luego le presentó a Danilo Medina y se hicieron amigos. Medina fue quien le trazó las pautas para que ella lograra ser elegida como miembro del Comité Político del PLD con muchos votos.