Lindsay Hamon es un hombre que ha dedicado los últimos 26 años de su vida a recorrer el mundo con una enorme cruz de madera al hombro, emulando el viacrucis de Jesús y llevando la Palabra del Señor a todos los rincones del planeta que le sean posible.
Este inglés, cuya edad no quiere dar a conocer, comenzó su peregrinaje en 1987 y desde entonces lleva recorridos 25 países de Europa, Asia y Oceanía.
A lo largo de tres décadas, Hamon ha llevado su fe (y su pesada cruz) por naciones exóticas y lejanas como Bangladesh, Nepal, Nueva Zelanda, Rusia y Sri Lanka.