Las increíbles predicciones de Isaac Asimov sobre 2014 que se volvieron realidad

Las increíbles predicciones de Isaac Asimov sobre 2014 que se volvieron realidad

Las increíbles predicciones de Isaac Asimov sobre 2014 que se volvieron realidad

Estamos en 2014, y todos deberíamos estar yendo a terapia.

Al menos, eso decía Isaac Asimov, uno de los más conocidos autores de ciencia ficción del siglo XX, que en 1964 publicó un ensayo donde predecía cómo sería nuestro mundo de hoy.

La ocasión no era una crisis mental masiva, a pesar de su insistencia en la importancia de la psiquiatría en el futuro sino más bien la inauguración de la Feria Mundial en Queens, Nueva York, que abrió sus puertas hace 50 años en la actualidad.

Aunque el tema oficial de la feria, que se desarrolló durante dos temporadas de seis meses, era «la paz a través de la comprensión», hoy es recordada principalmente por su visión de futuro.

Y si bien algunas de esas tecnologías futuristas que se exhibían nunca llegaron al gran público -¿alguien quiere una vivienda bajo el agua o un coches que levita?- una mirada más cercana a las visiones de Asimov en la Feria Mundial de 2014 revela que su bola de cristal era sorprendentemente precisa.

Así era su mirada del año 2014, con ojos de 1964:

1. «Las comunicaciones serán audiovisuales y uno podrá ver, además de escuchar a la persona a la que llama».

La primera llamada de video transcontinental entre dos lugares se hizo el 20 de abril 1964 usando tecnología desarrollada por Bell Systems (más tarde los Laboratorios Bell), lo que pudo haber inspirado en parte la predicción de Asimov.

Sin embargo , es indudable que sería sorprendido por el bajo costo de productos como Skype y FaceTime de Apple: en 1964, una llamada de video de tres minutos de Washington DC a Nueva York costaba US$16, alrededor de US$118 en dinero de hoy.

2. Será posible «llamar a cualquier punto de la tierra, incluyendo las estaciones meteorológicas en la Antártica».

Sólo hace falta marcar el código de país 672 (para algunas zonas, otras utilizan el código de país de Nueva Zelanda, 64).

3. «Los robots no será ni comunes ni muy buenos en 2014, pero van a existir».

A Asimov se le atribuye la introducción de la palabra «robótica» en idioma Inglés, por lo que quizás no sorprende que tuviera razón al predecir que ningún robot real todavía iba a poder competir con la criada de Los Supersónicos, primero llevados a la pantalla en 1962.

4. «En cuanto a la televisión, las pantallas de pared reemplazarán al aparato ordinario, pero también aparecerán unos cubos transparentes que harán posible la visión en tres dimensiones».

Uno de los aspectos más notables de las predicciones de Asimov es que a menudo acertó con las tecnologías, pero sobreestimó el entusiasmo con que serían recibidas dichas tecnologías.

Para darle el crédito correspondiente, hay que decir que los televisores de pantalla plana han reemplazado a los comunes, y la televisión en 3D, aunque no en forma de cubo, han sido durante mucho tiempo la estrella de las ferias de electrónica.

Pero el público en general se han encogido de hombros: la BBC dijo en julio que suspenderá su programación en 3D, debido a la «falta de interés del público».

Pero hay proyectos en marcha para fabricar robots que aprueben exámenes universitarios en Japón, realicen una cirugía a distancia o incluso cocinen una comida gourmet.

Asimov también estuvo cerca de identificar lo que se ha convertido en un componente crucial de la vida moderna: las «computadoras miniaturizadas», también conocidas como teléfonos inteligentes, que él pensó servirían como «cerebros» para los robots.

Cualquiera que haya intentado recorrer una ciudad extranjera sin un mapa de teléfono inteligente podría preguntarse si no habrá querido decir cerebros de «humanos».

5. «Las conversaciones con la Luna serán un poco incómodas».

Por supuesto, era probable que Asimov se equivocara. Los albores de la era espacial podrían haberlo hecho senbir optimista sobre las comunicaciones con la Luna. Según él, las llamadas tendrían un retraso de 2,5 segundos. Pero dio en el clavo cuando predijo que para el año 2014 «sólo las naves no tripuladas habrán aterrizado en Marte».

Sin embargo, no predijo la cuenta de Twitter de la sonda marciana Curiosity.

6. «Los muebles de cocina prepararán comidas, calentarán agua y la convertirán en café».

Las máquinas de café automáticas, efectivamente, existen.

Las predicciones de Asimov de que la levadura y las algas se procesarían y prepararían con diferentes sabores, como «pavo falso» y «pseudo-bife» podríamos decir que se cumplieron el año pasado, cuando los científicos dieron a conocer la primera hamburguesa hecha en laboratorio.

Los críticos pueden estar divididos sobre si el Asimov tenía razón cuando dijo que el sabor «no sería del todo malo»: algunos de los que se comieron la hamburguesa dijeron que «extrañaban la grasa».

8. «Se pondrá mucho esfuerzo en el diseño de vehículos con cerebros robóticos».

El cerebro robótico sin duda puede ser el coche que se maneja solo.

Otras predicciones referidas al transporte de Asimov siguen siendo ciencia ficción. Los «aquafoils«, que » pasan rozando el agua con un mínimo de fricción» e impresionaron a los visitantes de la Feria Mundial en 1964, no han remontado vuelo. Tampoco lo han hecho sus sucesores: los cinturones cohete -«jet packs«- y aerodeslizadores.

9. «No toda la población del mundo disfrutará de los artilugios del futuro para el completo. Una porción mayor que la actual se verá privada y aunque puedan estar en mejor situación material que en la actualidad, estarán muy por detrás de los avances».

Asimov predijo más cosas de las que podemos enumerar aquí, y acertó total o parcialmente. Sus temores sobre el crecimiento de la población y el control de la natalidad podrían ser tema de otro artículo.

Pero tal vez su observación más clarividente, o advertencia, es que si bien la tecnología, tanto entonces como ahora, tiene el poder de transformar vidas, si no se hacen esfuerzos para lograr la igualdad de acceso puede dañar, en vez de ayudar, el objetivo de lograr la «paz a través de la comprensión».