Un nuevo estudio describe cómo una laringe artificial implantada después de una laringectomía total le permite a un hombre de 56 años hablar con un susurro inteligible y a respirar normalmente.
La laringe artificial entegral está compuesta por una prótesis traqueal de titanio permanente, con una punta distal porosa para mejorar la integración con los tejidos blandos y una tapa removible de titanio que replica la función de la epiglotis.