Cuando pienso en la violencia intrafamiliar que nos arropa y la cual no podemos ignorar porque está día a día en los medios de comunicación, reflexiono sobre tres cosas.

1-Cuáles son las causas

2-Cuantas familias sufren de este mal

3-Como se controla

En mi larga reflexión sobre el tema, se me ocurre no presentar estadísticas. En cuanto a las causas  existe una complejidad en cada caso y cada una es distinta de la otra, teniendo en común un enfermo mental y otra persona que sufre violencia de varias formas. Sin embargo en un análisis simple se puede decir, que la persona que maltrata a su pareja simplemente es violenta y no tiene control sobre sí mismo, esta actitud es igual a una persona enferma que necesita ayuda psicológica.

Cuantas familias sufren de este mal no importa, ahora lo que vale la pena no son los números ni las estadísticas, pienso que es el momento de que se levanten a protestar por el maltrato físico y verbal al que son sometidas, donde aguarda el silencio convirtiéndose en cómplice se su propio verdugo. No más, dígale basta y busque ayuda hágalo por sus hijos.

Pero, es todavía más complejo cuando pensamos en una salida para erradicar la violencia intrafamiliar o por lo menos controlarla y pienso que es un compromiso de todos.

Por ejemplo:

Si desde el gobierno central planificaran una campaña dirigida a la población que abarque  cada una de las instituciones del estado, así como indagar a los empleados de forma que puedan prestarle ayuda y orientación en (seminarios y talleres).

Si las iglesias se involucraran con los dirigentes barriles y comunitarios, de forma que se puedan conformar grupos de consejeros e investigadores sobre casos evidentes porque conviven en el mismo lugar.

Si la justicia se empoderara del poder que le confiere la ley para juzgar los casos sin distinción de personas, ni el retiro de la denuncia cuando se ha comprobado por lo menos la agresión física.

Si cada una de las empresas se aliara para aportar a la sociedad, que bien pueden hacerlo utilizando frases y argumentos como estrategias de sus anuncios publicitarios y en las relaciones públicas internas programar cursos y seminarios que puedan orientar sobre esta problemática a sus empleados y/o público interno.

Si las mujeres no permitieran el maltrato, si lucharan por sus hijos, si buscaran ayuda inmediata y la encontrar, si se amaran a sí mismas y buscaran las fuerzas para salir adelante a pesar de las dificultades.

Por último, quiero decir que la mayoría de las mujeres que sufren violencia tienden a ser sumisas, tienen hijos, aguantan porque no tienen otra salida, les da vergüenza que la gente se entere, no lo denuncian, tienen miedo y cuando logran escapar son perseguidas y muchas veces asesinadas.

Entonces yo pregunto.

Mujer que estas esperando?